Sin entrar en las formas, parece que se ha movido ficha en el proceso de desarrollo del artículo 6 del Acuerdo de Paris y se avanza para contar con mercados de carbono confiables y transparentes. La interpretación de este artículo, y su operativa, son fundamentales para facilitar la cooperación entre los países partes del acuerdo y aplicar mecanismos de mercado de carbono y no mercado (por ejemplo, la transferencia de tecnología) en la reducción de los GEI de sus planes climáticos (NDC).
El comercio de créditos de carbono entre países a través de acuerdos bilaterales, recogido en el artículo 6.2, se encuentra en una fase inicial en la que comienzan a cerrarse acuerdos de intención. En Bakú, se avanza en lo dispuesto por el artículo 6.4, que establece las reglas y estándares para un nuevo mercado global de carbono asumiendo las normas adoptadas por el Órgano de Supervisión para la creación de créditos y que buscan un mercado internacional de alta integridad, con reducciones y eliminaciones de emisiones sean reales, adicionales, verificadas y mensurables.
A falta de más noticias sobre compromisos o acuerdos relevantes, y esperando las declaraciones del World Leaders Climate Action Summit que finaliza hoy, la segunda jornada de la COP29 ha continuado con mensajes entre el palo y la zanahoria. Esta vez con el protagonismo del secretario general de NN.UU.
Además de apelar a la urgencia en la implementación reconociendo que “tenemos un masterclass de destrucción climática en el año más caluroso hasta la fecha”, Guterres ha pedido expresamente al G20 que asuma un rol de liderazgo “ya que son los países más emisores, con las mayores capacidades y responsabilidades”. Y se exhorta a no confundir financiación climática con caridad. Estamos hablando de evitar costes mayores en el futuro por lo que debemos hablar de inversiones climáticas para asegurar la cadena de valor global en una economía mundial interconectada.
Y con relación a las necesidades de afrontar los esfuerzos de adaptación, ha reconocido que los países en vías de desarrollo no tienen capacidad para llevarlos a cabo sin apoyo internacional. En este sentido, ha planteado que la brecha de financiación puede superar los 350.000 millones de dólares en 2030, lo que supondrá destinar un mínimo de 40.000 millones anuales desde 2025 con este objetivo.
También se ha presentado la operativa del Fondo de Pérdidas y Daños, con la ubicación del fondo en Filipinas y la presentación de su primer director ejecutivo independiente. A la espera de más contribuciones, Suecia ha anunciado que aporta 19 millones de dólares al fondo, que alcanza los 702 millones de dólares.
Aunque los focos se ha en centrado estos días en las actividades vinculadas a la reunión de líderes, ayer la organización de la COP ya contemplaba la realización de más de 70 eventos, solo en la agenda oficial. A los que hay que añadir la agenda propia de los más de 150 pabellones de países, organismos multilaterales y organizaciones internacionales. Por ejemplo, solo en el pabellón de España se han organizado más de 45 eventos, en los que van a participar más de 100 ponentes.
A esto hay que unir las diversas reuniones que se realizan en el ámbito de la negociación de los diferentes elementos de desarrollo del Acuerdo de París, con sesiones en algunos casos interminables, los encuentros para analizar y presionar para modificar posturas, la agenda propia de la presidencia de la COP29 o las acciones promovidas por Race to Zero y sus diversas iniciativas.
Hoy se irán la mayoría de jefes de Estado, que serán sustituidos por delegados y observadores. De hecho, se nota que la población en el recito es mayor, que empieza la verdadera cumbre. Y para conocer quién es quién, y los intereses de las 66.000 personas registradas, ya se ha publicado el reporte de transparencia de la COP29 (ver enlace). Muy interesante para analizar las corrientes internas de una cumbre del clima.
¡Vive la COP29 Bakú #DesdeDentro!
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