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El consumo de energía es uno de los grandes medidores del progreso y bienestar de una sociedad. El concepto de “crisis energética” aparece cuando las fuentes de energía de las que se abastece la sociedad se agotan o en mayor medida causan un impacto en el ecosistema, produciendo un desequilibrio en las leyes que regulan el comportamiento del clima en nuestro planeta. El modelo económico actual, cuyo funcionamiento depende de un continuo crecimiento, exige igualmente una creciente demanda de energía. La cantidad de energía demandada por la sociedad y la eficiencia con la que es transformada generan actualmente criterios que permiten evaluar su desarrollo. ¿Vale la pena que el desarrollo social industrializado y la economía crezcan a este ritmo y al costo que se está haciendo?
 El hidrógeno, ¿un posible pilar en la estrategia energética mundial?

En un modelo económico con una creciente demanda de energía, las renovables, y dentro de ellas el hidrógeno verde, puede constituir un elemento esencial de la estrategia energética global.

Aunque el cambio climático y la degradación del medio ambiente constituyen uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo, presentan igualmente una gran oportunidad para realizar proyectos innovadores que contribuyan al desarrollo sostenible de la sociedad y de la economía, minimizando los daños ambientales. Es por ello que se hace indispensable introducir y establecer nuevos criterios para generar energía por medio de fuentes renovables, tales como la energía solar fotovoltaica, la energía eólica, el hidrogeno y la integración de estas y diversas fuentes de energía.

Durante los últimos años hemos evidenciado cómo diversos países han caminado rumbo a la sostenibilidad ambiental, la equidad social y la sostenibilidad energética, constituyendo marcos regulatorios que incentiven el desarrollado de diversos proyectos con fuentes de generación de energía renovable. Por ejemplo, la energía solar fotovoltaica ha tenido un comportamiento de crecimiento exponencial. Solo en el año 2012 existía una capacidad instalada global de cerca de 100 GW, mientras que, a finales del año 2022, la capacidad instalada es de 1185 GW. De la misma forma, importantes datos de crecimiento han tenido el desarrollo de proyectos eólicos, en donde en 2012 el mundo presentaba una capacidad instalada de 283 GW y al terminar el año 2022, 906 GW se completaban a nivel mundial. ¿Solo basta con los esfuerzos y los importantes proyectos energéticos que principalmente se están desarrollando con energía solar fotovoltaica y energía eólica?

El hidrogeno verde o renovable, es aquel que es producido utilizando sistemas de generación de energía renovable mediante electrólisis, el cual básicamente es un proceso que separa las moléculas de agua en oxigeno e hidrogeno. Sin duda, una de sus principales características, y por lo cual los diferentes gobiernos, las industrias y la ciencia tienen su mirada atraída por estos sistemas, radica principalmente en la versatilidad que tiene el hidrogeno para ser almacenado, transportado y su posibilidad de ser utilizado in situ.

La posibilidad que brinda el hidrogeno para ser utilizado en diferentes aplicaciones tales como la movilidad y en la industria pesada, ha generado que este se encuentre emergiendo rápidamente como una tecnología clave con un potencial significativo y estratégico para descarbonizar diferentes sectores y complementando los esfuerzos que se vienen desarrollando con otras fuentes de generación de energía como la solar fotovoltaica y la eólica.

De esta manera, los sistemas de hidrogeno han constituido una alternativa para continuar trabajando en pro de solucionar una crisis energética y diversos gobiernos lo consideran como un pilar en sus estrategias energéticas. Actualmente, más de 30 países tienen estrategias nacionales frente al hidrogeno, siendo sin duda Australia el país que ha anunciado grandes construcciones de plantas de este tipo.

El desarrollo de proyectos de hidrogeno a nivel mundial, y cercano al 95%, son construidos mediante combustibles fósiles. En 2022, la capacidad mundial superó los 100 millones de toneladas, superando los 94 millones de toneladas en 2021, significando así, un interés mundial en apostar en esta tecnología y siendo resiliente frente a épocas de desaceleración económica. De manera paralela, el desarrollo de proyectos de hidrogeno verde se encuentran incrementando y de forma significativa, aunque su capacidad está aún lejos del hidrogeno con combustibles fósiles. En el año 2022, el incremento frente al año inmediatamente anterior fue del 44% y con una capacidad de 109 kilotones.

Aunque el hidrogeno verde ha incrementado su producción, el último año ha presentado como barrera los costos de elementos clave y a la cadena de suministros, debido a la creciente demanda global de energía solar fotovoltaica y electrolizadores. Sin embargo, a nivel mundial el hidrogeno verde es visionado como una clave en la estrategia energética y de descarbonización, convirtiéndose así en una tecnología emergente que se encuentra avanzando y creciendo rápidamente, saltando las barreras críticas y económicas de nuestra actualidad.

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