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Gloria Gubianas: “En emprendimiento el mayor aprendizaje es el proceso y hay que disfrutar del momento”

Gloria Gubianas tiene 27 y ya ha fundado dos empresas: Sheedo y Hemper, de la que es CEO y cofundadora, y que cuenta con 10 empleados. Lleva el emprendimiento de impacto de serie al realizar una carrera poco habitual entre los jóvenes, la de Liderazgo Emprendedor e Innovación de la Universidad de Mondragón. Conoció Nepal al terminar la selectividad y le ha apasiona este país que es la base de la empresa que fundó en 2016 con Álex Pastrana para dignificar al cáñamo y a sus productores.

Con Gloria Gubianas continuamos las entrevistas en #ConversacionesdeImpacto que iniciamos con Gonzalo Fanjul, Pablo Sánchez y Arancha Martínez

Pablo Martín Sánchez: ¿Quién es Gloria Gubianas?

Gloria Gubianas: Soy una chica 27 años, nacida en Barcelona. Realicé la carrera de Liderazgo Emprendedor e Innovación en la Universidad de Mondragón y durante la Universidad fundé Sheedo, una empresa que sigue existiendo y que fabrica papeles ecológicos de residuos. En el último año de la carrera fundé Hemper y siempre he tenido una conexión muy especial con Nepal porque me fui como voluntaria con 18 años al terminar la selectividad. 

PM: ¿Cómo nace Hemper?

GG: Todo empezó cuando el otro socio de Hemper, Álex Pastrana, regresó de un viaje a Nepal en 2015 y nos comentó a un grupo de compañeros de la Universidad que quería montar algo. Nos unimos a él y decidimos fundar Hemper -en 2016-, porque teníamos la sensación de que el cáñamo es un tejido muy tradicional del país, pero que se vendía como un suvenir y se estaba devaluando. Decidimos incorporar el diseño y la distribución para que las comunidades y los emprendedores que viven de él pudieran tener un beneficio y un impacto a largo plazo.

PM:¿Cómo fueron los inicios a la hora de encontrar los proveedores y empezar a trabajar con las comunidades?

GG:Lo más complicado fue generar la confianza mutua entre los proveedores y nosotros. Lo logramos pasando mucho tiempo allí, hablando con ellos y escuchándoles mucho. Es lo que nos ha permitido generar esa cadena de valor que hemos ido construyendo con el tiempo.

PM:¿Con cuántos productores trabajáis?

GG:Trabajamos con diferentes grupos. Primero las personas que viven en los pueblos de la montaña y que producen y transforman el cáñamo en hilo. Después hay como tres grupos de mujeres que hacen telas, dos grupos de tinte vegetal y cinco grupos de confección. Nos hemos ido expandiendo hacia otros materiales como la lana del Himalaya o el algodón indígena, de la India. 

PM:¿Cómo ha sido encontrar nuevos proveedores?

GG:Pus volver a empezar y muy trabajoso. Con la lana no existía ni una minicadena de proveedores como con el cáñamo. Hemos tenido que encontrar primero la lana, procesarla, limpiarla, después procesar el hilo y que alguien la confeccione. El algodón ha sido más fácil porque ya existía una cadena de producción establecida. 

PM:¿Cómo les ha cambiado la vida a las personas con las que trabajáis?

GG:Donde veo más el cambio es en los talleres. Un emprendedor que antes vendía cuatro mochilas a hippies, ahora realiza productos bien acabados, cumple con los tiempos, sabe organizarse bien, busca los materiales y eso tiene un impacto en las personas que trabajan en el taller porque les mejora la vida al tener un buen trabajo y bien retribuido. Nuestro primer punto de impacto es el emprendedor nepalí.

PM:¿Qué aprendiste de tu emprendimiento en Sheedo? Y ¿de la Universidad de Mondragón?

GG:Sheedo fue un aprendizaje de cómo empezar de cero. Lo fundé con 19 años y tuve que establecer relaciones con los productores, el desarrollo de papel sostenible y cómo comunicar y dar a conocer un producto que está hecho de manera responsable y que respeta el medio ambiente. Había que hacerlo atractivo para el público.

De mi paso por Universidad de Mondragón me quedo con la enseñanza de buscarte tú la vida y aprender de ello. Es una actitud de ser autodidacta y aprender a partir de la experiencia. 

PM:En Hemper apostáis por un concepto y un modo de hacer empresa como es la economía regenerativa y que no está muy extendido. ¿Cómo os ha ayudado la economía regenerativa?

GG:A nivel de empresa está generalizada la economía extractiva, es decir, extraer recursos naturales, transformarlos para su venta y devolverlos a la naturaleza en forma de residuo que muchas veces no puede absorber. Generalmente, solo genera valor al accionista y a casi nadie más en la cadena de valor. Lo contrario es, por una parte, la economía circular, para dar un nuevo uso a lo que ya no nos vale y, por otro lado, la economía extractiva, que imita el mismo proceso la naturaleza, produciendo sin transformar los productos químicamente, dándole un nuevo uso y que se pueda volver a utilizar. Desde Hemper a la economía extractiva le hemos añadido siempre el trasfondo social que puede llegar a tener, recuperando ecosistemas y comunidades sociales que podrían desaparecer porque no hay expectativas, además de añadir el trasfondo cultural, recuperando procesos textiles ancestrales que en Europa han desaparecido y que en el Himalaya estamos contribuyendo a que perduren. Cada vez hay más empresas que hablan de economía regenerativa y nosotros queremos comunicarlo bien porque es nuestra seña de identidad y fuimos de los primeros en hablar de ella.

PM:¿Qué empresas serían un ejemplo de economía regenerativa?

GG:Patagonia es una inspiración para muchos, pero personalmente para mí lo ha sido la agricultura regenerativa. Si a nivel agrícola se puede hacer a nivel textil, también. 

PM:¿Qué hacéis para superar las dificultades que os habéis encontrado por el camino?

GG:Qué pregunta más complicada. Como cualquier empresa siempre estamos sorteando dificultades. Tenemos muy presente el negocio o la expansión, pero es muy complicado crecer sin inversión. Lo fundamental es pensar en el corto plazo, superar el día a día y aprender de todo. A nivel grupal somos conscientes de que Hemper es nuestro plan A y nuestra primera opción profesional, una apuesta personal de cada uno y que queremos impulsar un nuevo modelo de hacer las cosas de manera diferente y si nos sale ya estaremos a tiempo de hacer otras cosas, pero queremos seguir intentándolo.

PM:El divulgador Andreu Escrivá afirma en su último libro: “La sostenibilidad ya no significa nada”. ¿Compartes su visión?

GG:Está claro que la sostenibilidad ha vivido un boom muy grande y puede que esté perdiendo un poco de credibilidad. En el mundo de la moda a las marcas sostenibles nos falta realizar mucha pedagogía de lo que significa no ser sostenible, aunque resulta mucho más difícil hacer crecer una marca pequeña desde el atributo de la sostenibilidad, que subirse después al carro. Aunque por el contrario que una marca sea sostenible no te asegura que tenga éxito, pero puede contribuir a ello como lo intentamos en Hemper, aunque también es verdad el cliente no solo valora la sostenibilidad sino otros atributos. 

PM:Afirmáis que “Mala Hierba es nuestro proyecto más ambicioso hasta la fecha. Que se basa en una colaboración que termina con la primera colección Fair Trade producida por una marca global urbana”. ¿Cómo han cambiado las grandes firmas textiles en cuestiones de sostenibilidad por el impulso de pequeñas empresas como Hemper y otros movimientos como la incorporación del algodón orgánico o la lucha contra la ‘fast fashion’? ¿Qué habéis aprendido durante estos años?

GG:Lo importante es iniciar la conversación para generar demanda y que los proveedores puedan tener demanda de productos que se fabrican con criterios de sostenibilidad y de impacto. Al principio había pocos proveedores con los que pudiéramos trabajar, al igual que otras firmas, pero ya existe mayor demanda, como ha sucedido con el algodón orgánico. Al principio nadie lo pedía y ahora es más sencillo de encontrarlo. Lo fundamental es generar la conversación y demostrar que el modelo funcione como es el caso de Hemper. Ahora muchas grandes firmas de moda cuentan con productos de algodón reciclado u orgánico, cuando hace cinco años era imposible. 

PM:¿Cuál es tu mayor aprendizaje de estos años?

GG:En emprendimiento el mayor aprendizaje es el proceso y hay que disfrutar del momento. Muchas veces se piensa en el siguiente paso, en la siguiente ronda u objetivo, pero hasta llegar aquí se han superado dificultades. Hay que disfrutar de los conseguido porque aunque el carácter del emprendedor es mirar hacia el futuro, uno no puede vivir angustiado pensando en la siguiente ronda. A mí me pasa. El año pasado fue un año de ronda y cuando la cerramos pensé, “ya está”, pero no nos podemos relajar porque la actividad continúa.

Nos hemos financiado, a través de crowfunding con La Bolsa Social y Crowdcube porque pensamos que la riqueza repartida en la cadena de valor también tiene que estar en el accionariado y miramos a nuestra comunidad y clientes por si querían contribuir en el desarrollo de Hemper. También contamos con un business angel y un family office de San Sebastián. Cuando estaba levantando la ronda no había inversores que invirtieran por los números sino por el proyecto y eso se genera con la confianza en el proyecto.

En Diarios y Colaboradores afirmáis que cada vez que el equipo visita lugares (ya sean geográficos o emocionales) recordamos nuestro entusiasmo por los intercambios. Nos gusta documentar ese entusiasmo a través de textos e imágenes.

Hacemos muchas colaboraciones y muchas veces se quedan en la nada. Así, en Diarios y Colaboradores se recoge todo lo que hacemos y contamos con el talento joven para plasmar historias que se puedan dar a conocer y que queden recogidas en nuestra web.

PM:Si una persona está pensando en emprender con impacto, ¿qué le recomendarías?

GG:Que busque un propósito que sea real a nivel personal.

PM:¿A quién admiras?

GG:Me gusta mucho la Fundación Vicente Ferrer por su labor en India. También a todos aquellos que han sido muy perseverantes en su día a día. Por ejemplo, en el Barrio de las Letras donde tenemos la oficina y la tienda he conocido a muchas personas que mantienen sus pequeños negocios, a pesar de las adversidades.

PM:¿Quién son tus referentes en liderazgo?

GG:Me cambian mucho. El fundador de Patagonia, Yvon Chouinard ha marcado un antes y un después para la industria de la moda y de las empresas con propósito.

PM:Ser feliz es…

GG:Disfrutar del día a día, de las pequeñas cosas y conseguir pequeños logros. También es fundamental estar rodeado de la familia y de amigos y comunidad con la que puedes compartir esa felicidad.

PM:¿Qué te gustaría hacer en este año?

GG:Acabo de estar de viaje en Argentina y aunque no he podido navegar por la Antártida, que me hubiera gustado, he disfrutado de su naturaleza, paisajes, cultura y de los argentinos. También me gustaría volver a leer.

PM:¿Un libro?

GG:Un libro que siempre recomiendo es “La vuelta al mundo de un forro polar rojo”. Es la historia de la globalización y te cuenta en primera persona las personas que intervienen en su producción, desde la que saca el petróleo, la que lo confecciona, recicla, la que se lo pone. Es impactante.

PM:¿Una película?

GG:Forrest Gump. Me encanta.

 

 

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