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Un día luminoso de invierno, sentada en un banco del jardín disfruto del “silencio” en el que se oyen las olas, el viento entre las agujas de los pinos y el canto de los pájaros. Hoy no hay vuelos en el aeropuerto cercano y se puede disfrutar de los maravillosos sonidos de la naturaleza. El entorno está calificado como parque natural, pertenece a la Red Natura 2000, y en el mismo se encuentra una vivienda unifamiliar de arquitectura racionalista declarada recientemente “Bien Cultural de Interés Nacional”, BCIN. Por indicación de los propietarios, el proyecto para su vivienda debía estar integrado en el entorno y respetar la naturaleza circundante: los pinos, las dunas y las plantas autóctonas en las zonas no ajardinadas, así como el ciclo del agua.

La familia era numerosa, así como los amigos y la casa fue siempre un lugar de encuentro. En una ocasión, un profesor de la escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Barcelona, que la conocía desde niño, solicitó a los propietarios llevar a cabo una visita técnica con sus alumnos. La obra arquitectónica empezaba a despertar interés, no sólo la edificación sino también su interiorismo. Se trataba de una obra integral para la que el arquitecto había diseñado parte del mobiliario, definido el color de las tapicerías, alfombras y de algunas paredes interiores, las piezas de cerámica que formarían las celosías y un muro exterior, destruido hace unos años por una actuación vandálica, así como la estructura de la plataforma y zona ajardinada que circundaba a la vivienda.  Este fue el inicio de una serie de visitas sistemáticas con alumnos de otras escuelas de arquitectura y diseño de distintos lugares de España y posteriormente de otras escuelas del entorno europeo.

A lo largo de los años se han interesado por esta obra arquitectónica fotógrafos, publicistas, arquitectos, interioristas y personalidades del mundo del arte y de la cultura procedentes de diversos países de todo el mundo. Pero han cambiado muchas cosas desde aquella primera visita. La ampliación del aeropuerto cercano ha causado un impacto relevante en la zona y ha obligado a los propietarios actuales a buscar vías alternativas para la conservación y mantenimiento de la vivienda y su entorno. La insonorización de la vivienda está todavía pendiente. A fecha de hoy no se ha llegado a un acuerdo con la autoridad aeroportuaria para restituir la vivienda a su situación inicial mediante una solución óptima que no altere la estructura y el interior del edificio. Es difícil hacer entender a los ingenieros aeronáuticos que un BCIN requiere de un proyecto específico que debe ser aprobado por la autoridad cultural correspondiente, con soluciones muchas veces artesanales y todo ello sometido a concurso público.

La vivienda está situada en una heredad que pertenece a la misma familia desde hace más de cien años y la relación con el municipio y sus autoridades ha sido siempre cercana. La heredad inicialmente un antiguo coto de caza, con terrenos dedicados a cultivos hortícolas y una granja modelo, contaba también con una zona de dunas y bosques lindando con el Mediterráneo en la que se encuentra la citada vivienda además de otras edificaciones Por otra parte, dicha vivienda había recibido un prestigioso premio arquitectónico y estaba entonces catalogada a nivel local, su interior, exterior y zona ajardinada además de una torre de aguas cercana a la zona de playa. Fue el Área de Cultura del Ayuntamiento la que propuso una primera alianza. Se trataba de dar a conocer la gastronomía de la zona y los excelentes productos de su huerta y ganadería local y al mismo tiempo la casa y su historia con una visita guiada. Esta actividad se dirigía a un público más amplio y permitiría dar a conocer a los habitantes del área metropolitana las bondades de una zona hasta entonces con una imagen prácticamente industrial.

Finalmente quedó diseñada la propuesta. Como ya venía haciéndose desde el inicio y de forma habitual, una persona de la familia guiaría la visita, que tendría una duración aproximada de dos horas, contaría con explicaciones de la historia del paraje y de la casa y su construcción, y al mismo tiempo incluiría anécdotas de interés para los visitantes, relacionadas con las distintas experiencias vividas allí por la familia. En la medida de lo posible, participarían los arquitectos a cargo del mantenimiento de la casa y vinculados profesionalmente a la Universidad Politécnica de Cataluña. Se permitiría tomar fotografías y recorrer toda la propiedad al terminar la visita guiada. Se acordó también el número de asistentes por visita y el precio que se recibiría por visitante. Una vez finalizada la visita, los asistentes se reunirían en alguno de los restaurantes del municipio, con los que previamente se había llegado a un acuerdo, para degustar los productos típicos del lugar.

En la actualidad la propiedad está llevando a cabo gestiones con instituciones de prestigio para generar alianzas que garanticen la sostenibilidad de parque natural y del patrimonio arquitectónico.

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