Hoy cuando intento comprender la reacción irresponsable del consumidor como grupo, la repetición de errores de la ciudadanía como grupo, lo difícil de movilizar desde el pensamiento y lo fácil desde el no pensar, me acuerdo de aquellos años como educador.
La masa no es un objetivo duradero. No es sensato ni base para la construcción de un cambio. Somos cada uno de nosotros los que somos capaces de sumarnos sin pensar y a la vez ser de lo más complejos y difíciles de convencer.
Pero hagamos la lectura al revés. Somos cada uno de nosotros una fortaleza que desde la voluntad individual somos irreductibles, vencedores natos ante la falta de sentido, coherencia, justicia, equidad,.... Es ahí donde tenemos que centrar nuestro trabajo y esfuerzo. Cada paso dado en nuestro particular camino será, seguramente para siempre.
No es esto un canto al individualismo, sino todo lo contrario. Es un grito a la fuerza del individuo, de su responsabilidad con el mundo, de su actitud crítica, de su solidaridad y su sed de justicia, de sus capacidades puestas al servicio de una comunidad en la que estamos todos. Es un canto a la suma de las personas, como razón y fundamento de la fortaleza de lo colectivo frente al falso colectivo como escondite del egoísmo alineado.
Nuestros deberes, son entonces, trabajar en nosotros mismos el cambio que queremos que los demás acompañen. Sólo así podremos construir ese movimiento ciudadano con fuerza de cambio. Una comunidad construida con generosidad y empatía, donde todo el mundo quepa y no sea un reducto de los “buenos” para los “buenos”.
Trabajemos el colectivo desde el individuo y la construcción que levantemos juntos no ha de tener debilidad alguna por la que se filtren los virus del egoísmo, la egolatría o la autojustificación.
Y ahora SÍ. Cada uno de nosotros tiene delante una hoja de ruta para construir un “todos” que nos lleve a ese otro mundo que no sólo queremos sino que exigimos. Andemos cada uno nuestro camino y vayamos, en nuestros pasos, compartiendo la experiencia para facilitar y posibilitar el camino común.
¿Cómo ejerces tu consumo? ¿Cómo vives tu responsabilidad con la sociedad? ¿Cómo favoreces el conocimiento de los demás? ¿Cómo ejerces tu solidaridad en el día a día? ¿Cómo amas? …....
JUNTOS PODEMOS MÁS, SIEMPRE QUE CADA UNO HAYA HECHO SUS DEBERES PROPIOS.
NITTÚA
Raúl Contreras
Núria González