
La Comisión Europea presentó el pasado 11 de noviembre su propuesta para configurar un ecosistema cultural europeo más cohesionado, dinámico y resiliente. Según informa la propia institución comunitaria, la denominada Brújula Cultural para Europa nace como una herramienta a largo plazo destinada a orientar la acción política en materia cultural, garantizando que este ámbito contribuya de manera decisiva a fortalecer la identidad europea, celebrar la diversidad y promover la excelencia artística.
El anuncio llega en un contexto de gran inestabilidad social y económica, en el que —tal y como recuerda la Comisión— la cultura actúa como un pilar esencial para la democracia, la cohesión social y la competitividad. Esta visión coincide con los resultados del último Eurobarómetro sobre cultura, que revela que el 87% de la ciudadanía considera que la cultura y el patrimonio cultural deberían tener un papel destacado en la Unión para reforzar el sentimiento de pertenencia europea.
La Brújula Cultural pretende maximizar los beneficios sociales y económicos de la cultura, pero también afrontar los retos que merman el potencial del sector. Entre ellos, destaca la precariedad laboral de los artistas, las limitaciones a la libertad de expresión, las desigualdades en el acceso a la vida cultural o el impacto acelerado de la inteligencia artificial (IA) en las industrias creativas.
Para ello, el nuevo marco político se articula en torno a cuatro líneas de actuación prioritarias:
La Comisión acompañará estas ambiciones con una propuesta de declaración conjunta al Parlamento Europeo y al Consejo, con el fin de asegurar respaldo político al más alto nivel. Además, se publicará un nuevo informe sobre el estado de la cultura en la Unión, que prestará especial atención a la libertad artística.
La estrategia presentada incluye varias novedades de gran alcance. Entre ellas, una Carta Europea de los Artistas, destinada a mejorar las condiciones laborales del sector cultural; un Premio Europeo de las Artes Escénicas; y un diálogo estructurado con los principales actores culturales.
Bruselas también prevé crear un centro europeo de datos culturales, una red de embajadores culturales jóvenes y promover un marco voluntario que facilite el acceso de la juventud a la cultura mediante pases nacionales. Asimismo, se está preparando una estrategia europea de IA para el sector cultural y creativo, junto con una actualización de la estrategia de la UE sobre relaciones culturales internacionales. La Comisión Europea ha invitado al Parlamento y al Consejo a firmar conjuntamente la declaración política propuesta, paso clave para consolidar la visión común de una Europa donde la cultura tenga un protagonismo real y transformador.