
BBVA refuerza su apuesta por el hidrógeno verde como motor de transición energética y empleo sostenible. Para la entidad, esta tecnología limpia es esencial dentro del puzle de la transición energética. Aunque el sector todavía se enfrenta a importantes desafíos —como el elevado precio, la complejidad de los proyectos industriales o la evolución del marco regulatorio europeo—, BBVA asegura que los beneficios superan las dificultades. La apuesta por el hidrógeno verde puede traducirse en oportunidades laborales de calidad en ámbitos como la ingeniería, la construcción de infraestructuras o la operación y mantenimiento. De hecho, un estudio de ManpowerGroup y Moeve estima que en esta década podrían crearse más de 116.000 empleos vinculados a este sector.
Desde el banco reconocen que el reto actual no reside tanto en la falta de capital, sino en la madurez de los proyectos. “Nuestro papel consiste en acompañar a los clientes para conseguir que sus proyectos sean bancables”, señaló de Kermadec. Esto implica un asesoramiento financiero integral, capaz de facilitar ayudas públicas, inversión privada (‘equity’) y deuda. El objetivo es convertir iniciativas pioneras en proyectos viables desde el punto de vista financiero y técnico.
En este sentido, BBVA ha creado una franquicia transversal de tecnologías limpias (‘cleantech’), que integra asesoramiento y financiación estructurada, y que cuenta con especialistas de perfil técnico e industrial. Esta estrategia permite al banco posicionarse en proyectos de referencia tanto en España como en otros mercados internacionales.
En abril de 2025, BBVA anunció su participación en la financiación de Basque Hydrogen, la primera operación de ‘project finance’ para una planta de hidrógeno electrolítico en el sur de Europa, ubicada en el puerto de Bilbao. La instalación producirá combustibles sintéticos (e-fuels) y contó con BBVA como banco asesor y coordinador de la deuda.
La entidad también ha invertido 10 millones de euros en Hy24, el mayor fondo mundial de infraestructuras de hidrógeno limpio, que podría movilizar hasta 20.000 millones de euros para proyectos en toda la cadena de valor. A esta iniciativa se suma la participación de BBVA en otros fondos de acción climática como Decarbonization Partners, Lowercarbon, Suma Capital, Just Climate y Fifth Wall, así como una alianza estratégica con KKR. En total, el banco ha comprometido más de 300 millones de euros en fondos de descarbonización.
BBVA subraya que su presencia internacional —con equipos en Madrid, Londres, París, Houston y Nueva York— le permite acceder a proyectos estratégicos en diferentes mercados, sin perder de vista el carácter local que muchos de ellos tienen. “El capital quiere llegar, y creemos que queda poco para que el hidrógeno verde se consolide como una oportunidad real para canalizar volúmenes importantes de deuda”, apuntó de Kermadec en la entrevista. Con estas inversiones y su estrategia de asesoramiento especializado, BBVA reafirma su compromiso con la sostenibilidad y se posiciona como un actor clave en el despliegue del hidrógeno verde, un sector llamado a transformar la economía energética y a abrir camino hacia un futuro más limpio y competitivo para España y Europa.