
La entidad financiera BBVA ha movilizado este año 27.000 millones de euros destinados a economías emergentes, una cifra que incluye financiación para infraestructuras sociales, iniciativas vinculadas al cambio climático, apoyo a nuevos emprendedores y mejora de la inclusión financiera de los colectivos más vulnerables. Así lo comunicó el banco durante su participación en la 4ª Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FFD4), organizada por Naciones Unidas en Sevilla entre el 30 de junio y el 3 de julio.
En este foro global, donde participaron más de 50 jefes de Estado y representantes de organismos internacionales, BBVA defendió la necesidad de acelerar la transición ecológica en los países con mayores desafíos estructurales. Durante una de las sesiones coordinadas por el Foro Económico Mundial, Iván Poza, responsable del Sector Público en BBVA, enfatizó la importancia de movilizar inversión privada para soluciones climáticas. “La banca tiene un rol clave en canalizar recursos hacia proyectos de adaptación y mitigación”, subrayó, al tiempo que destacó la necesidad de marcos regulatorios estables y mecanismos financieros que combinen capital público y privado (blended finance).
Poza presentó ejemplos concretos de América Latina ante ministros de finanzas de Colombia y Ecuador, así como ante representantes de organismos como el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe o el Banco Interamericano de Desarrollo. Por su parte, Antoni Ballabriga, director global de Inteligencia en Sostenibilidad de BBVA, recalcó la urgencia de construir una arquitectura financiera global más inclusiva. “Hay que tener en cuenta las asimetrías entre países desarrollados y en desarrollo e integrar principios de equidad en el diseño de productos financieros”, afirmó. Asimismo, alertó sobre el bajo nivel de movilización de capital privado: “Por cada dólar de inversión multilateral, sólo se movilizan 50 céntimos de capital privado. Es esencial simplificar procesos e implementar garantías y mecanismos de primera pérdida a gran escala”.
Impacto social y digitalización
La Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) también tuvo una participación destacada en el encuentro internacional. Desde su creación en 2007, sus entidades en cinco países de América Latina han apoyado a más de seis millones de emprendedores en situación de vulnerabilidad, canalizando más de 18.800 millones de euros en microcréditos. En su intervención, Stephanie García Van Gool, directora de Medición de Impacto y Desarrollo Estratégico, defendió un enfoque integral: “No se trata solo de ofrecer productos financieros, sino también de mejorar la salud, la vivienda y la educación de las personas emprendedoras”.
Gabriela Eguidazu, directora de Innovación y Crecimiento Inclusivo de la FMBBVA, subrayó el uso de herramientas tecnológicas como la inteligencia artificial generativa, la banca móvil o las plataformas de formación digital para adaptar los servicios a las necesidades concretas de cada persona. Según informó la fundación, el 63% de los emprendedores apoyados son mujeres, una cifra destacada por Laura Fernández Lord durante su participación en el seminario paralelo ‘Financiar el desarrollo con enfoque feminista’.
FFD4: hoja de ruta global hacia una economía más justa y resiliente
La Conferencia FFD4 —heredera de las cumbres de Monterrey (2002), Doha (2008) y Addis Abeba (2015)— se consolida como un foro estratégico para redefinir la financiación al desarrollo en el contexto actual de crisis climática y tensiones geopolíticas. El evento concluyó con la firma del Compromiso de Sevilla, respaldado por 192 países y centrado en movilizar 4 billones de dólares anuales a través de 130 medidas concretas.
Entre sus prioridades, destacan el impulso a las inversiones a gran escala mediante financiación combinada, préstamos en moneda local y el fortalecimiento del rol de los bancos multilaterales de desarrollo. También se plantea la creación de un centro global para canjes de deuda por desarrollo y una alianza para periodos de carencia en el pago de deuda, así como la promoción de plataformas lideradas por los propios países y nuevos indicadores que superen el criterio del PIB para medir vulnerabilidad.
BBVA y su Fundación Microfinanzas han reforzado así su liderazgo en el ámbito de las finanzas sostenibles, demostrando que es posible alinear rentabilidad, impacto social y acción climática, según recoge la cobertura oficial del evento por parte de Naciones Unidas y de la propia entidad financiera.