Publicado el
Coincidiendo con el Día de la Tierra, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lanzó el pasado 22 de abril AIM4NatuRe, una ambiciosa iniciativa global que combina tecnología avanzada y cooperación internacional para monitorear la restauración de ecosistemas. Financiada por el Reino Unido con 7 millones de libras esterlinas, el proyecto refuerza el compromiso del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal para recuperar al menos el 30% de los ecosistemas degradados antes de 2030.
La FAO impulsa una nueva era en la restauración ecológica con tecnología de vanguardia

El pasado 22 de abril, en el marco del Día Internacional de la Tierra, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentó en Roma la iniciativa AIM4NatuRe (Accelerating Innovative Monitoring for Nature Restoration). Este nuevo programa busca revolucionar la forma en que los países evalúan y reportan sus avances en la restauración de ecosistemas, poniendo al servicio de la naturaleza datos precisos, tecnologías emergentes y formación especializada.

Con un respaldo financiero de 7 millones de libras por parte del gobierno británico, el proyecto apuesta por generar un sistema de seguimiento robusto, transparente y compartido, que facilite la implementación de la Meta 2 del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal: restaurar al menos un 30 % de los ecosistemas degradados para 2030.

“AIM4NatuRe aportará una nueva dinámica a los esfuerzos mundiales de restauración”, declaró QU Dongyu, Director General de la FAO, durante el acto de presentación. “Proporcionando soluciones tecnológicas y fortaleciendo capacidades, los países podrán traducir sus compromisos en impactos reales y duraderos”.

 

La propuesta, según informa la FAO, se basa en la experiencia del exitoso programa AIM4Forests, también financiado por Reino Unido. Mientras este último se centraba en bosques, AIM4NatuRe amplía su alcance a todo tipo de ecosistemas: humedales, pastizales, tierras agrícolas degradadas, áreas marinas y zonas urbanas, incluyendo la reforestación y la recuperación de suelos.

Uno de los aspectos clave será la creación de una base de datos global interoperable y accesible, que permita a los países informar de manera estandarizada y efectiva sobre sus avances. Para ello, se desarrollarán formatos y protocolos comunes, además de herramientas prácticas como el Marco para el monitoreo de la restauración de los ecosistemas, que acompañará el proceso de recolección, análisis y uso de datos.

Déficit de capacidades, exceso de urgencia

El impulso de esta iniciativa responde a una necesidad evidente: según una encuesta reciente realizada por la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), el 80 % de los países afirmaron no contar con los medios técnicos necesarios para recopilar datos que permitan informar sus progresos en restauración ecológica. AIM4NatuRe busca precisamente subsanar esa brecha, facilitando formación, herramientas y apoyo técnico. En este sentido, se prevé que la iniciativa continúe con el enfoque formativo de AIM4Forests, cuyo curso en línea ya ha sido completado por más de 15.700 personas en 14 países. La idea es que las soluciones digitales estén al alcance de todos, incluyendo comunidades locales y actores clave en el territorio.

 

AIM4NatuRe también introduce un enfoque innovador al reconocer la importancia de la cosmovisión indígena. Como parte del proyecto, se desarrollarán pilotos en Brasil y Perú en colaboración con la Unidad de Pueblos Indígenas de la FAO, aplicando el monitoreo biocéntrico: una visión holística que prioriza el bienestar del ecosistema en su conjunto y no solo el interés humano.

La iniciativa se alinea así con las recomendaciones surgidas de la reanudación de la 16ª Conferencia de las Partes del CDB (COP 16), también celebrada en Roma, donde se remarcó la urgencia de reforzar el apoyo a la restauración de ecosistemas, incluyendo la protección de aguas continentales.

 

En un contexto global en el que mil millones de hectáreas han sido ya comprometidas para su recuperación, la restauración ecológica se consolida como una de las soluciones basadas en la naturaleza más eficaces para mitigar el cambio climático, frenar la pérdida de biodiversidad y garantizar la seguridad alimentaria. Con iniciativas como AIM4NatuRe, la FAO reafirma que el futuro de los ecosistemas necesita más que buenas intenciones: requiere datos fiables, decisiones informadas y una acción coordinada que ponga a la vida en el centro.

¡Comparte este contenido en redes!

Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies