El cambio climático requiere de medidas urgentes para hacerle frente y el desarrollo de energías renovables es, sin dudas, una de las alternativas más efectivas. Este tema centró el debate en el 16º Diálogo de Petersberg sobre el Clima (PCD), celebrado en Berlín. En esta primera reunión climática tras la COP29 de Bakú, más de 40 ministros y líderes internacionales analizaron los desafíos y oportunidades que plantea la crisis climática. El Secretario General de la ONU, António Guterres, enfatizó que, aunque la incertidumbre global es una realidad, la acción climática no puede postergarse.
"Las energías renovables están renovando las economías", declaró Guterres, subrayando que no solo generan empleo y crecimiento, sino que también reducen costes energéticos y mejoran la calidad del aire. Un ejemplo claro es el abaratamiento de la energía solar, que ha reducido su costo en un 90% desde 2010, y la eólica, que ha bajado un 60% en el mismo periodo.
No obstante, el avance de las energías limpias no frena el impacto del cambio climático. La Organización Meteorológica Mundial confirmó que 2024 fue otro año de temperaturas récord, con el promedio global superando los 1,5°C respecto a los niveles preindustriales. "Cada año rompemos nuevos récords de calor, y quienes más sufren son las comunidades más vulnerables", alertó Guterres.
Para mantener vivo el objetivo de 1,5°C, los países deben actualizar sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) antes de septiembre de 2025. La ONU insta a los gobiernos, en especial a las economías del G20, a liderar la reducción global de emisiones en un 60% para 2035, tomando en cuenta principios de equidad y justicia climática.
Uno de los puntos clave del Diálogo de Petersberg fue la necesidad de financiamiento para garantizar una transición justa. La ONU propone movilizar 1,3 billones de dólares anuales hasta 2035 y duplicar la financiación para adaptación climática, alcanzando al menos 40.000 millones de dólares anuales. Además, se enfatizó la importancia de contribuciones efectivas al Fondo de Pérdidas y Daños, destinado a apoyar a los países más afectados.
Guterres concluyó con un llamado a la acción: "Nos encontramos en un punto de inflexión. Aprovechemos este momento y lideremos la transición hacia un futuro sostenible". El Diálogo de Petersberg ha sentado las bases para un año clave en la lucha contra el cambio climático, con la vista puesta en la próxima COP30 y el cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París.