En el marco del Día Mundial del Agua, la iniciativa StepbyWater ha puesto en marcha la campaña “Cuida los glaciares de España”, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre la situación crítica de los últimos glaciares del país. Ubicados en los Pirineos, el Glaciar de El Aneto y el de La Maladeta están en récord de retroceso y podrían desaparecer en las próximas décadas si no se actúa de inmediato para mitigar los efectos del cambio climático.
Los glaciares no son solo un patrimonio natural, sino también un elemento fundamental en la regulación de los recursos hídricos. Funcionan como reservas de agua dulce que abastecen ríos y acuíferos, asegurando el suministro para el consumo humano, la agricultura y la biodiversidad. Sin embargo, su acelerado deshielo, provocado por el aumento de las temperaturas y la disminución de nevadas, está alterando este equilibrio y poniendo en jaque la disponibilidad de agua en diversas regiones del país.
Según estudios científicos, los glaciares del Pirineo han perdido más del 80% de su superficie en el último siglo. En particular, el Glaciar de El Aneto, el más grande de la cordillera, ha sufrido una reducción drástica de su masa de hielo, mientras que el Glaciar de La Maladeta sigue un patrón similar de desaparición progresiva. Los expertos advierten que, si no se adoptan medidas urgentes, en 2050 estas reservas de hielo podrían ser historia.
La desaparición de estos glaciares tendría consecuencias devastadoras. Además de afectar la disponibilidad de agua, también impactaría la biodiversidad de la región y transformaría el paisaje de los Pirineos, poniendo en riesgo el turismo de montaña, un sector clave para la economía local. Deportes de invierno, actividades recreativas y el atractivo natural de la zona podrían verse gravemente perjudicados.
Con la campaña “Cuida los glaciares de España”, StepbyWater busca movilizar a la ciudadanía, empresas e instituciones para adoptar compromisos concretos en la lucha contra el cambio climático. Desde la reducción de emisiones de carbono hasta la promoción de políticas sostenibles, cada acción cuenta para frenar el deterioro de estos ecosistemas esenciales.
El futuro de los últimos glaciares de España está en juego, y con él, el equilibrio ecológico de toda una región. La protección del medioambiente es una tarea colectiva que no admite demoras. Es el momento de actuar.