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En un contexto donde la sostenibilidad es un valor en alza, muchas empresas buscan destacar su compromiso ambiental. Sin embargo, no todas sus declaraciones reflejan acciones reales. La práctica del greenwashing pone en riesgo la confianza del consumidor y frena el avance hacia un modelo económico verdaderamente sostenible.
7 consejos para evitar el greenwashing y comunicar con transparencia

En un mundo donde la sostenibilidad se ha convertido en un valor clave para consumidores e inversores, algunas empresas caen en la tentación de presentar una imagen ecológica que no siempre se corresponde con la realidad. Esta práctica, conocida como greenwashing o ecoblanqueo, supone un riesgo reputacional significativo y un obstáculo para el avance hacia una economía verdaderamente sostenible.

La Comisión Europea ha decidido tomar cartas en el asunto. Con la nueva Directiva sobre Alegaciones Ecológicas (Green Claims Directive), las empresas deberán respaldar sus declaraciones ambientales con pruebas verificables. Términos como "respetuoso con el medioambiente" o "eco-friendly" ya no serán suficientes sin evidencia concreta. Esta medida busca proteger a los consumidores de la publicidad engañosa y fomentar un compromiso real con la sostenibilidad.

Construyendo confianza: el enfoque del greentrusting

Frente a las prácticas de greenwashing, el Pacto Mundial de Naciones Unidas promueve el concepto de greentrusting: una comunicación basada en la transparencia, la verificación de datos y el compromiso genuino con el medioambiente. Para lograrlo, las empresas deben adoptar estrategias claras que respalden sus mensajes con acciones concretas y medibles.

Claves para evitar el greenwashing

Para garantizar una comunicación honesta en materia de sostenibilidad, el Pacto Mundial de la ONU propone siete recomendaciones fundamentales:

  1. Integrar la sostenibilidad en la estrategia empresarial La responsabilidad ambiental no puede ser solo un eslogan. Debe estar integrada en las operaciones, las políticas corporativas y los valores de la empresa.
  2. Sustentar cada afirmación con hechos No basta con promesas futuras. Las empresas deben demostrar sus compromisos a través de resultados concretos y verificables.
  3. Evitar términos ambiguos o engañosos Expresiones como "natural" o "biodegradable" deben ir acompañadas de información detallada sobre su impacto ambiental real.
  4. No omitir información relevante Presentar un producto como "carbono neutro" sin explicar su proceso de compensación de emisiones puede inducir a error. La transparencia es clave.
  5. Medir y verificar los avances Es fundamental establecer indicadores claros y reportar progresos de manera regular, evitando declaraciones infundadas.
  6. Adoptar estándares internacionales de reporte Referenciarse en marcos como los Estándares GRI o los ESRS europeos refuerza la credibilidad de las estrategias de sostenibilidad.
  7. Cumplir con la normativa sin usarla como herramienta de marketing Adaptarse a las regulaciones ambientales es una obligación, no un factor diferenciador. La nueva Directiva (UE) 2024/825 exige pruebas verificables antes de realizar afirmaciones ecológicas.

En un contexto de regulaciones más estrictas y mayor conciencia ambiental, el greenwashing ya no es una opción viable. La clave para una sostenibilidad creíble y efectiva radica en la transparencia, el compromiso real y la comunicación responsable.

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