A pesar de contar con años de experiencia laboral, muchas mujeres españolas siguen enfrentándose a un obstáculo invisibilizado que les impide ascender en sus trabajos: el "techo de cristal". Un reciente estudio elaborado por EAE Business School, titulado Observatorio de la Mujer Profesional en España, ha revelado que casi el 45% de las mujeres nunca han logrado un ascenso, a pesar de contar con una experiencia superior a seis años en la misma empresa. De hecho, un 61% de ellas tiene más de 40 años, lo que las posicionaría con la experiencia necesaria para alcanzar roles de mayor responsabilidad.
El informe también pone en evidencia que la ambición de muchas mujeres por ascender sigue intacta. Un 68% de las encuestadas muestra su deseo de avanzar en sus carreras, independientemente de su edad o de si tienen hijos/as. Sin embargo, el estudio también resalta que el camino hacia el liderazgo sigue siendo desigual. Tres de cada cuatro mujeres perciben una doble exigencia en sus ámbitos profesionales, sintiendo que deben demostrar más que sus colegas hombres para obtener el mismo reconocimiento.
Desigualdad y falta de visibilidad como barreras principales
Carina Mellit, directora del Strategic Research Center de EAE Business School, subraya que "las mujeres siguen enfrentando barreras como la falta de visibilidad y la sobrecarga de responsabilidades familiares, lo que afecta su progreso profesional". A pesar de los avances en políticas de igualdad, como la presencia de al menos una mujer en el Comité de Dirección en el 67% de las empresas encuestadas, la brecha de género en el liderazgo y en los salarios sigue siendo una realidad palpable.
Una mirada crítica a la brecha de género
La investigación también revela una diferencia clara en la percepción del avance profesional entre hombres y mujeres. Un 51% de las mujeres considera que sus compañeros de trabajo han progresado más rápido que ellas, principalmente debido a las menores responsabilidades familiares que enfrentan. Este desajuste se acentúa aún más cuando se tiene en cuenta que solo un 8% de los hombres sienten que su carrera se ha visto afectada por la crianza de hijos, frente al 47% de las mujeres.
Asimismo, el documento señala la existencia de un “doble estándar” en el que las mujeres deben equilibrar sus responsabilidades laborales y familiares, lo que genera una presión adicional. Según el 75% de las encuestadas, las mujeres asumen una carga laboral y de responsabilidad más alta que sus compañeros varones. Las principales causas de esta situación incluyen la subestimación del liderazgo femenino y los estereotipos de género persistentes.
Claves para avanzar hacia la equidad
Según las participantes en el estudio, hay varios factores esenciales para avanzar hacia una verdadera equidad en el entorno laboral: la implementación de una cultura empresarial que apoye la diversidad (34%), la adopción de horarios más flexibles (34%) y el fomento de la confianza en el propio potencial (32%). Estos aspectos son particularmente relevantes entre las generaciones más jóvenes, que están reconfigurando la percepción del éxito profesional y de la igualdad en el trabajo.
El éxito en femenino: nuevas perspectivas
El informe también revela un cambio significativo en la forma en que las mujeres perciben el éxito. En lugar de valorar exclusivamente el reconocimiento social o los altos salarios, un 34,6% de las encuestadas considera que la independencia económica y la realización laboral son los verdaderos indicadores de éxito, siempre que se logren mantener en equilibrio con su vida personal. Este enfoque refleja una clara tendencia a redefinir lo que significa el liderazgo femenino y a alejarse de los conceptos tradicionales impuestos por la sociedad.
En resumen, aunque el avance hacia la igualdad de género en el ámbito profesional ha experimentado algunos avances, persisten barreras estructurales y culturales que siguen limitando el progreso de las mujeres. Para que este cambio sea efectivo, es imprescindible que las organizaciones no solo adopten políticas inclusivas, sino que también reconozcan y valoren el talento de las mujeres en todos los niveles.