El I Informe de Avances hacia una Nueva Economía en España ofrece un análisis detallado del Ecosistema de Impacto en el país, destacando logros significativos en inversión sostenible, economía social y emprendimiento con propósito. A pesar del crecimiento del sector, el informe señala desafíos clave, como la necesidad de mayor visibilidad en medios y un vínculo más estrecho con la administración pública y grandes empresas.
Markus Spiske
La Fundación Foro NESI de Nueva Economía e Innovación Social ha dado a conocer el primer Informe de Avances hacia una Nueva Economía en España. Este estudio analiza el estado actual del denominado Ecosistema de Impacto, que engloba a aquellas organizaciones que trabajan en el país para situar a las personas y al planeta en el centro del modelo económico.
El evento de presentación se llevó a cabo en la Fundación Randstad y contó con la presencia de casi un centenar de altos cargos del sector. “El Ecosistema de Impacto está en su mejor momento”, aseguró Diego Isabel La Moneda, cofundador y director de la Fundación Foro NESI. Según explicó, este ecosistema se compone de inversores, emprendedores, empresas, instituciones académicas, ONG y administraciones públicas, todos comprometidos con un cambio de modelo económico. “Los avances de los últimos años han sido significativos y quedan reflejados en este informe”, añadió.
De cara a 2025, el objetivo es que la economía de impacto gane mayor influencia en los ámbitos político y económico, ofreciendo soluciones a desafíos clave como la vivienda, el empleo y el equilibrio territorial.
Logros y retos para el futuro
La investigación resalta cómo el ecosistema de la Nueva Economía se ha organizado y movilizado en los últimos años, lo que ha permitido hitos importantes, tales como:
La creación de un vehículo financiero de “inversiones por el Clima”, impulsado por más de 280 fundaciones dentro de la iniciativa “Fundaciones por el Clima”.
La gestión de 400 millones de euros para inversión de impacto a través del Fondo de Impacto Social (FIS), lanzado por COFIDES.
La movilización de 2.500 millones de euros a través del PERTE de Economía Social y de los Cuidados.
El crecimiento de las empresas comprometidas con el impacto social, con 260 compañías certificadas como B-Corp en España.
La puesta en marcha de la primera Red de Polos Cooperativos, que agrupa a más de 200 entidades de la economía social y solidaria.
Un incremento del interés de los inversores en los emprendedores sociales, no solo para generar impacto, sino también rentabilidad.
A pesar de estos avances, el informe también señala desafíos pendientes, como la necesidad de fortalecer la colaboración entre organizaciones para amplificar su mensaje y llegar a los medios de comunicación generalistas, grandes empresas y actores políticos.
Un diagnóstico del Ecosistema de Impacto
El informe, basado en encuestas a 59 personas, 16 entrevistas en profundidad y un focus group, arroja datos clave sobre el estado del Ecosistema de Impacto en España:
Un 84% de las personas encuestadas considera que el ecosistema tiene potencial de crecimiento, pero necesita mayor difusión en medios y acercamiento a la administración pública y grandes empresas.
La vivienda y la transformación digital son dos de los ámbitos en los que la Nueva Economía podría hacer una contribución significativa en 2025.
Se reconoce el papel de la inversión de impacto y el emprendimiento social como motores de cambio, favorecidos por iniciativas como el Pacto Verde Europeo y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Existe un déficit de presencia en medios de comunicación, tanto a nivel nacional como local, lo que dificulta la visibilización de estos modelos económicos alternativos.
El 75,4% de las personas encuestadas percibe que España está bien posicionada internacionalmente en la defensa de una economía sostenible.
En las zonas rurales, la Nueva Economía es vista como una oportunidad para abordar desafíos como el equilibrio territorial y la transición energética.
Entre las necesidades identificadas se destacan la incorporación de más empresas tradicionales, la expansión a nuevos territorios, el aumento del capital de inversión de impacto y un mayor involucramiento de las administraciones públicas.
Sin dudas, esta publicación marca un punto de inflexión en el desarrollo de una economía que prioriza el bienestar de las personas y del planeta, señalando tanto los avances como los retos a superar en los próximos años.