La falta de cobertura mediática de ciertos conflictos y crisis humanitarias puede hacer que parezcan inexistentes. Sin embargo, diversas organizaciones no gubernamentales (ONG) están trabajando arduamente en situaciones críticas que no logran acaparar los titulares. Según un informe de la Fundación Lealtad, que se dedica a certificar la transparencia en el sector no lucrativo en España, se identifican diez emergencias globales que merecen mayor atención.
En Etiopía, por ejemplo, el terrorismo independentista en la región de Oromía está generando un clima de inseguridad que ha llevado a un incremento de la malnutrición, afectando a miles de personas. La Fundación Pablo Horstmann ha tenido que repatriar a sus cooperantes debido a la creciente violencia, aunque han dejado instalaciones de salud esenciales en la región.
En Kenia, la sequía en Turkana ha provocado una crisis alimentaria devastadora, con un aumento de la malnutrición, especialmente entre niños y ancianos. Al mismo tiempo, la mutilación genital femenina y los matrimonios precoces siguen siendo prácticas comunes que afectan la vida de muchas jóvenes. Organizaciones como Fundación Kirira trabajan para erradicar estas prácticas y promover la educación.
Mozambique enfrenta un conflicto armado en Cabo Delgado que ha desplazado a más de un millón de personas desde 2017, quienes viven en condiciones precarias y con escasos recursos. En este contexto, la Fundación IBO se dedica a implementar programas de apoyo que buscan mejorar la situación de las comunidades afectadas.
La República Democrática del Congo también presenta un panorama desolador, con más de seis millones de desplazados debido a la violencia y la lucha por el control de recursos naturales. Entreculturas trabaja en campos de refugiados para facilitar el acceso a la educación, un factor vital para brindar esperanza a los niños.
En Sudán, la situación se ha deteriorado tras un golpe militar en 2021, generando una crisis humanitaria con diez millones de desplazados. Las ONG como ACNUR enfrentan grandes desafíos para ofrecer asistencia efectiva debido a las difíciles condiciones de seguridad.
La crisis climática ha llevado al sur de África a una sequía extrema, afectando la producción agrícola y aumentando la inseguridad alimentaria en países como Malawi y Zambia. Las organizaciones locales están alertando sobre la necesidad urgente de ayuda humanitaria.
Cuba y Haití también figuran entre las crisis olvidadas, con una creciente pobreza y violencia armada, respectivamente. Fundación Esperanza y Alegría y Cesal están trabajando para mitigar estos problemas a través de la asistencia humanitaria y el desarrollo de prácticas sostenibles.
Afganistán continúa sufriendo las consecuencias de años de conflicto, con millones de personas viviendo en pobreza extrema y vulneraciones de derechos humanos, mientras que en Líbano, dos tercios de los niños refugiados sirios no están escolarizados, una situación que Entreculturas busca cambiar mediante programas educativos.
Ana Benavides, directora general de Fundación Lealtad, destaca la importancia de no olvidar estas crisis: “Nuestras donaciones son fundamentales para que las organizaciones sigan atendiendo a tantas personas víctimas de estas crisis olvidadas”. Es esencial que se visibilicen estos problemas y se apoyen a las ONG que trabajan incansablemente en las áreas más afectadas del mundo.