La emergencia climática actual ha llevado a un aumento de la ecoansiedad, un problema que afecta especialmente a la juventud, cada vez más consciente y preocupada por la situación ambiental. La ecoansiedad se refiere al estrés y la ansiedad derivados de las preocupaciones sobre el cambio climático y la degradación del medio ambiente. Esta preocupación constante por el futuro del planeta, aunque positiva en términos de conciencia y acción ambiental, puede aumentar significativamente los niveles de estrés entre los jóvenes.
La exposición continua a noticias sobre desastres naturales y problemas ambientales, así como las experiencias personales de fenómenos climáticos extremos (sequías, lluvias torrenciales, olas de calor), son factores que contribuyen al aumento de la ecoansiedad. Esto puede manifestarse en síntomas como ansiedad, problemas de sueño, desesperanza y desmotivación, demostrando la conexión entre la salud mental y el estado del medio ambiente. En este contexto, Cruz Roja ha observado un aumento en la atención a problemas de salud relacionados con olas de calor y frío, con un incremento del 101% en casos de atención por olas de frío y del 67% por olas de calor.
Para abordar esta problemática, Cruz Roja y Cruz Roja Juventud, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, están dedicados a promover la sostenibilidad y la educación ambiental. Este año, Cruz Roja Juventud ha lanzado la campaña ‘¿Te preocupa? Se llama ecoansiedad’, que busca concienciar sobre este tipo de ansiedad y su impacto en el bienestar de los jóvenes. La campaña también resalta la importancia de los pequeños cambios individuales para proteger el medio ambiente y cómo estas acciones pueden tener un impacto global positivo.
La campaña se enmarca en la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente el 5 de junio, un evento establecido en 1972 por la Asamblea General de las Naciones Unidas para sensibilizar sobre la necesidad de preservar y mejorar el medio ambiente. Desde entonces, el evento ha movilizado a personas en todo el mundo en actividades como limpiezas de ríos, mares y playas, acciones contra los delitos contra la vida silvestre y reforestaciones. En el último año, 4.607 voluntarios participaron en 233 puntos de recogida, recolectando 15.735,62 kg de residuos abandonados en entornos naturales.
Este año, la campaña se centra en reducir la ecoansiedad a través de la información y la acción tanto individual como colectiva, dentro de las posibilidades de cada persona y organización. Además, recomienda estrategias como buscar apoyo social, limitar la exposición a noticias negativas, conectar con la naturaleza y cuidar la salud mental en general para mitigar los efectos de la ecoansiedad. Las acciones que tomemos hoy para cuidar el medio ambiente también beneficiarán nuestro bienestar emocional en el futuro.
