En los últimos años, hemos sido testigos de notables transformaciones en el ámbito empresarial, especialmente en un contexto marcado por la creciente crisis climática. Las prioridades empresariales han experimentado un cambio significativo, destacándose actualmente el compromiso del sector privado con el respeto a los derechos humanos y el medioambiente. Este reconocimiento de la urgencia para abordar riesgos significativos, particularmente relacionados con el cambio climático y otras amenazas ambientales, ha impulsado la adopción de un enfoque proactivo.
En este contexto, el mecanismo más crucial para mitigar los impactos negativos de las empresas en la sociedad y el entorno es, sin lugar a dudas, el proceso de diligencia debida. Este proceso, detallado en los Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos, establece pautas para que las empresas identifiquen riesgos, tomen medidas preventivas y correctivas, y utilicen herramientas adecuadas para medir y comunicar su progreso.
La relevancia de la diligencia debida ha alcanzado tal magnitud que el Consejo y el Parlamento Europeo han llegado a un acuerdo provisional sobre la Directiva relativa a la diligencia debida en materia de sostenibilidad de las empresas (DDDS). Esta directiva, que afectará a empresas con más de 500 empleados y un volumen de negocio de 150 millones de euros, establece la obligación de actuar contra el cambio climático y reconoce el derecho al acceso a la justicia para aquellos afectados por la actividad empresarial.
En un esfuerzo por profundizar en este tema, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas en España ha publicado un artículo basado en el White Paper nº6 "Diligencia Debida Empresarial: cómo gestionar los riesgos en la cadena de valor y adaptarse a la normativa". Este artículo presenta ocho argumentos para fomentar la diligencia debida en empresas y cadenas de valor:
En conclusión, el respeto a los derechos humanos y al medioambiente es un imperativo no negociable en la acción empresarial. Esta responsabilidad se erige como un factor fundamental, independientemente del tamaño, sector, naturaleza, estructura o ubicación de la empresa.