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Así lo advierte el informe “Midiendo el progreso: los ecosistemas relacionados con el agua y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). La publicación afirma que el mundo no va por buen camino para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con el medio ambiente, en concreto con ecosistemas acuáticos e insta a los gobiernos a seguir reforzando su capacidad estadística en relación con el medio ambiente.
Cuenta regresiva, quedan sólo siete años para proteger los recursos hídricos

Las sequías en el mundo son una creciente amenaza para la seguridad alimentaria y la supervivencia humana.  Se trata de uno de los desastres naturales más costosos y mortales en el mundo. Afectan a más personas que cualquier otro desastre, y se espera que empeoren debido al cambio climático y la creciente presión sobre los recursos hídricos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), más de 50 países experimentan actualmente una situación de estrés hídrico, lo que significa que tienen menos de 1.700 metros cúbicos de agua disponible por persona al año. Además, se espera que la población mundial alcance los 9.700 millones para 2050, lo que aumentará aún más la presión sobre los recursos hídricos.

En este escenario, proteger los recursos hídricos debiera ser una prioridad para los responsables políticos. Sin embargo, en muchos países no es así. Las sequías tienen un impacto directo en la seguridad alimentaria, ya que afectan la producción de cultivos y la calidad del agua. La escasez de agua puede llevar a la pérdida de cosechas, lo que puede conducir a la inseguridad alimentaria y a un aumento de los precios de los alimentos. Según la FAO, más del 40% de las tierras cultivables del mundo ya están gravemente degradadas debido a la falta de agua y otros factores.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha publicado recientemente un informe centrado en los ecosistemas de agua dulce. Los últimos datos disponibles sobre los 92 indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con el medio ambiente nos indican que el mundo no está en vías de alcanzarlos para 2030. Sin embargo, el 38% de los 92 indicadores señalan una mejora medioambiental; una mejora sólida en comparación con solo el 28% en 2020. Al mismo tiempo, el 21% de los indicadores registró cambios negativos o ningún cambio, y el 41% carece de datos.

El informe, Midiendo el progreso: los ecosistemas relacionados con el agua y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, insta a los gobiernos a seguir reforzando su capacidad estadística en relación con el medio ambiente y a promover el uso de fuentes de información no tradicionales, como los macrodatos y la llamada ciencia ciudadana, para colmar la falta de cifras. El director de la División de Alerta Temprana y Evaluación de la agencia de la ONU, Jian Liu afirmó que "La disponibilidad mundial de datos aumentó del 34% en 2018 y el 42% en 2020, al 59% en 2022. Sin embargo, es importante señalar que estas tendencias positivas están lejos de ser suficientes para alcanzar los objetivos para 2030. Por lo tanto, los países deben aumentar la inversión en la disponibilidad de datos, para que las decisiones no se tomen en la oscuridad y la formulación de políticas no se deje al azar".

Los expertos afirman que el agua es fundamental para la consecución de los Objetivos, y los datos son clave para tomar decisiones políticas acertadas. “Alcanzar los objetivos requerirá un enfoque integrado que reconozca cómo estos retos, y sus soluciones, están interrelacionados”. El informe aboga por un enfoque intersectorial, que también permitiría una realización más holística de la Agenda 2030.

Es por ello, que el documento concluye que las políticas integrales, como la gestión integrada de los recursos hídricos, que se basan en la naturaleza interrelacionada de los ecosistemas terrestres e hídricos, deben tener prioridad sobre las políticas limitadas que tratan los problemas del agua en silos. Esto permitiría disponer de infraestructuras hídricas adecuadas en las zonas urbanas, mitigar la contaminación del aire, el agua y el suelo, proteger la biodiversidad y la seguridad alimentaria, así como las materias primas que alimentan el crecimiento económico. De los 231 indicadores de los ODS, 92 están relacionados con el medio ambiente. Aunque el 59% de estos indicadores disponían de datos en 2022, es necesario mejorar nuestro uso de datos no tradicionales, ya sea mediante el uso innovador de los macrodatos, observaciones de la Tierra y datos por satélite para cerrar la brecha y apoyar el desarrollo de la formulación de políticas informadas para proteger nuestro planeta.

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