La transición energética ya está en marcha en España. Endesa está llevando a cabo un proceso de descarbonización de su mix energético pionero, en el que está primando el diseño de economía circular para los procesos de desmantelamiento de las centrales de carbón, junto con el fomento del empleo local y el desarrollo de proyectos renovables, con el objetivo de seguir siendo parte de los territorios en los que históricamente la compañía ha desarrollado su actividad.
Endesa es la primera compañía eléctrica de España y la segunda en Portugal. Es, además, el segundo operador gasista del mercado español. Desarrolla un negocio integrado desde la generación hasta la comercialización y ofrece también, a través de Endesa X, servicios de valor añadido orientados a la descarbonización de los usos energéticos en hogares, empresas, industrias y Administraciones Públicas. Endesa está firmemente comprometida con los ODS de Naciones Unidas y, como tal, impulsa decididamente el desarrollo de energías renovables a través de Enel Green Power España, la electrificación de la economía y la Responsabilidad Social Corporativa.
Siguiendo sus principios, la compañía ha desmantelando ya dos de sus centrales de carbón en la península, Compostilla (León) y Andorra (Teruel), y está a la espera de las autorizaciones administrativas para las centrales de As Pontes (Galicia) y Litoral (Almería). Además, este proceso se extiende a las islas, en concreto a Baleares. Esta central de carbón inicio el proceso de apagado el pasado 31 de diciembre de 2019, cuando en cumplimiento de la legislación medioambiental europea vigente, se detuvieron los grupos 1 y 2 de la central, mientras que los grupos 3 y 4 entraron en régimen de operación limitado a 1.500 horas / año.
Actualmente, Endesa está trabajando en Alcúdia en el proyecto de futuro de todo el entorno de la central. Un proyecto sostenible centrado en las energías renovables, el almacenamiento de energía y que incluye, también, la reconversión de los generadores de los grupos de carbón como compensadores síncronos necesarios para dar estabilidad al sistema eléctrico insular a medida que la penetración de energías renovables intermitentes vaya en aumento. Se trata de un proyecto innovador, que evita costes al sistema eléctrico español y que está basado en la economía circular, con el objetivo de dar una nueva vida a un equipamiento que de otro modo debería ser desmontado y reciclado.
Un punto a destacar es que en todo este proceso de transformación Endesa ha querido dar prioridad a los trabajadores quienes han contado con un plan específico de recolocaciones y con un el Acuerdo Voluntario de Salidas, por lo que la plantilla de la central ha pasado de 137 empleados a 68.