Con estos premios internacionales, la Fundación Mapfre quiere reconocer valores como el compromiso, la generosidad y la solidaridad a través de los Premios Sociales que en esta edición han querido premiar a las personas e instituciones que están realizando acciones en beneficio de la sociedad en el ámbito científico, cultural y social. La dotación global de los premios es de 120.000 euros y se entregará el 12 de junio en un encuentro que tendrá lugar en el Casino de Madrid y será presidido por S.M. la Reina Doña Sofía.
En la edición de 2019 se han recibido un total de 681 candidaturas de Europa, Estados Unidos, Iberoamérica, África y Asia. De este gran número de solicitudes las que han resultado premiadas han sido:
En primer lugar, la Fundación MAPFRE ha concecido uno de los 4 premios otorgados al artista cubano Emilio Aragón, un firme defensor de la cultura que ha estado permanentemente implicado de forma personal en distintos proyectos sociales. A lo largo de su trayectoria profesional ha impregnado su entorno con valores como la generosidad, la humildad y la capacidad de esfuerzo, utilizando la música como herramienta para favorecer la inclusión social. Emilio Aragón es miembro del patronato de la Fundación Dales la Palabra y fue presidente de Honor de la Asociación Drogas No. Desde hace 15 años es patrono y vicepresidente de Acción contra el Hambre, entidad con quien ha viajado a numerosos países y ha grabado sobre el terreno documentales de sensibilización como “Guatemala mil colores y una esperanza”, “Mali, en el corazón del Sahel” y “Armenio”. Para esta ONG llevó a cabo la campaña Lucha de Gigantes que, parafraseando la canción de Antonio Vega, destaca cómo luchan millones de personas cada día para encontrar algo de comida y sobrevivir.
El premio al mejor proyecto por su impacto social ha sido para “Cirugía en Turkana”. Un proyecto que nació en 2004, gracias a cuatro cirujanos generales del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y que en la actualidad ha conseguido acoger a otros cirujanos de otros cinco hospitales, entre los que destaca el Hospital Clínico San Carlos (Madrid).
En 2018, ya contaban con una plantilla de un centenar de médicos voluntarios que este mismo año consiguieron atender a 836 personas y realizaron 260 intervenciones en el norte de Kenia, una zona muy vulnerable a orillas del lago Turkana de un millón de habitantes, donde la esperanza media de vida es de 55 años, y donde el índice de mortalidad infantil es del 22%, además de un acceso casi imposible a la sanidad para la mayoría. A este proyecto se han sumado, además de los médicos especialistas, médicos españoles en formación y alumnos de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, a través de la asignatura “Medicina sin Fronteras. Cirugía en Cooperación Sanitaria Internacional”.
Por otro lado, el premio a la mejor entidad por su trayectoria social se lo ha llevado la organización internacional Mary´s Meals, una entidad sin ánimo de lucro con un modelo de trabajo de gran eficacia que garantiza educación y nutrición en los lugares más pobres y necesitados del planeta. Con sede en Escocia, fue creada en 2002 por el escocés Magnus MacFarlane-Barrow, una de las cien personas más influyentes según la revista Times, y nombrado en 2010 por la CNN como Héroe del Mundo.
El proyecto nació con la hambruna de Malawi, en el sureste del continente africano, donde Magnus visitaba a una madre enferma de SIDA y conoció a su hijo mayor que le dijó que uno de sus sueños era: “Tener suficiente comida y poder ir al colegio algún día”. A partir de ese momento, creó la entidad, que hoy proporciona 1.425.000 raciones diarias de comida en la escuela a menores procedentes de 18 países de África, Asia, América Latina, Europa del Este y Caribe.
Por último el premio a la mejor iniciativa agropecuaria ha sido concecido a Agrindus, una de las mayores empresas brasileñas productoras de leche creada en 1945, donde trabajan 250 personas y viven en la hacienda un total de 65 familias. Agrindus destaca por revolucionar la producción y la comercialización de la leche bajo una política de bajo impacto ambiental y respeto por el bienestar animal.
Desde 2018, inició un proyecto de producir leche de fácil digestión que evita dolores abdominales, malestar y nauseas en aquellas personas que tienen algún grado de intolerancia a la leche de vaca. Además, comercializa la leche y otros productos lácteos de una manera innovadora, es decir sin intermediarios, por ecommerce y los distribuye semanalmente en el domicilio del consumidor. En los últimos 50 años de su actividad ha contribuido de forma directa a generar empleo, evitar el éxodo rural y mejorar la sociedad, con donaciones periódicas de sus productos a asilos y guarderías locales, así como al Banco de Alimentos de la ciudad de São Paulo.