Durante los últimos 15 años, 700 millones de personas han salido de la pobreza, se ha salvado la vida de 48 millones de niños y niñas menores de 5 años y en 2012 había en el mundo 184 millones de niños y niñas matriculados en educación preescolar, casi dos tercios más desde el 99. En 2015 llegaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) una hoja de ruta que incorpora las lecciones aprendidas pretende llegar a las personas que se han quedado fuera del progreso y el desarrollo.
Pero, ¿qué diferencias hay entre los ODM y los ODS? ¿Ha cambiado solo el nombre o hay algo más? Estos son los 5 cambios más significativos que la ONG Entreculturas ha analizado:
Sostenibilidad. La nueva hoja de ruta pone en el centro una cuestión que había permanecido en un segundo plano: el modelo actual es insostenible. Para garantizar la vida y los derechos de las personas y el planeta tierra, el modelo a seguir tiene que ser sostenible.
Equidad. Los ODM se basaban en promedios nacionales y no contaban con la realidad de las comunidades más vulnerables y alejadas. Los ODS tienen en cuenta más parámetros que reflejan mejor la realidad.
Universalidad. Mientras los ODM trabajaban las metas solo en los países en desarrollo, los ODS establecen que todos los problemas están interconectados y hay que abordarlos desde todos los países.
Compromiso. Ahora, los ODS comprometen a todos los países del mundo. Esto significa que el Gobierno de España tendrá que aplicarlos en sus políticas internas, y por lo tanto debemos exigírselo a nuestros representantes políticos.
Alcance. Frente a los 8 ODM, ahora tenemos 17 ODS con 169 metas a alcanzar incluyendo por primera vez cuestiones fundamentales como el empleo digno o el cambio climático.
En resumen, sostenibilidad, equidad, universalidad, compromiso y alcance son los rasgos diferenciadores por los que esta Agenda apuesta, una oportunidad única de ciudadanía global para construir un mundo sostenible para todas las personas.
No te pierdas el video que ha realizado la ONG Entreculturas sobre este tema