El último informe elaborado por un Relator Especial de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y medio ambiente advierte que la contaminación mata nueve millones de personas al año, el doble que el COVID-19. La investigación revela la existencia de “zonas de sacrificio” medioambientales, lugares cuyos residentes sufren consecuencias devastadoras para su salud y ven violados sus derechos por vivir en focos de polución y zonas altamente contaminadas. Los datos que se desprenden del estudio son impactantes: una de cada seis muertes en el mundo está relacionada con enfermedades causadas por la contaminación, una cifra que triplica la suma de las muertes por sida, malaria y tuberculosis y multiplica por 15 las muertes ocasionadas por las guerras, los asesinatos y otras formas de violencia.