Los gobiernos no pueden financiar por sí solos la transformación hacia una economía sostenible y más justa y equitativa. De manera que el sector privado tiene un papel clave que jugar.En este sentido un estudio para Pictet AM del Instituto de Finanzas Internacionales estima que la emisión de bonos soberanos y empresariales etiquetados ASG (con criterios ambientales, sociales y de gobernanza) puede alcanzar 4,5 billones de dólares en 2025, frente a 863.000 millones de 2022.