El emprendedor y la empresa son agentes muy importantes en el sistema capital, pero también son relevantes en la sociedad y para el entorno en el que viven, dando lugar a la base de un negocio sostenible.
Sin embargo, al hablar de una empresa o negocio sostenible, ¿qué queremos decir? Pues nos referimos a una compañía que realiza una actividad de manera que mantiene en equilibrio a los factores económicos, medioambientales y sociales, es decir, que es sostenible. Esto significa que puede lograr mantener a estos tres elementos a largo, medio y corto plazo, contribuyendo activamente al avance en el bienestar de la población.
La responsabilidad empresarial
La responsabilidad de todo negocio debe ser mencionada de manera inevitable cuando queremos hablar de compañía sostenible.
Muchos empresarios, inversores y profesionales consideran que la RSC (Responsabilidad Social Corporativa), es un área que involucra solamente a las grandes multinacionales y empresas, por contar con grandes recursos económicos para hacer frente ante la variedad de exigencia en los programas particulares del ámbito de la sostenibilidad.
Sin embargo la RSC va un paso más allá del dinero que se necesita y de la reputación que consiguen estas grandes empresas por apoyarla y mantenerla. Focaliza su atención en la responsabilidad de cualquier agente frente a la sociedad, el cual debe operar o participar en la misma, por lo que su acción afecta de igual forma a todo tipo de instituciones, grandes, medianas o pequeñas.
La responsabilidad del individuo se basa en su sentido de pertenencia en la participación dentro del sistema económico y productivo.
Si bien, la realidad es diferente. La cantidad de tareas que se pueden realizar dentro del área de la RSC varían en gran medida aunque no las tengamos en cuenta. No es necesario contar con un poder económico elevado para poder ayudar a la sostenibilidad. Por ejemplo, se puede trabajar como patrocinador en un programa de desarrollo social dentro del ámbito local en el que se encuentre la empresa. Aunque si se dispone de más dinero por supuesto que se pueden realizar otras labores como la gestión eficiente de los recursos y de la energía de la propia compañía.
Los beneficios de la empresa sostenible para tu negocio
Las compañías empresariales a través del desarrollo sostenible logran establecer nuevas sinergias y muy positivas para sus proyectos, contando con un gran impacto en el desenvolvimiento y en la consolidación capital de su entorno. Algunos ejemplos de los beneficios que conlleva son:
1. Generación de reputación
Muchas empresas ven un gran incentivo en este beneficio. Al trabajar dentro del ámbito de la RSC crean una buena imagen para la marca que defienden al estar ayudando a los demás, puede ayudarles a paliar alguna crisis en la que se hayan visto inmersos con anterioridad e incluso pueden mejorar las relaciones con otras sociedades del mismo ámbito.
2. El ahorro de costes
Aunque muchas veces esto no se crea, la realidad es que tener un negocio sostenible optimiza los recursos, lo que genera que la empresa pueda ahorrar de forma significativa en algunos costes de su producto o servicio: reciclaje, ahorro en luz, tinta de impresora, ahorro energético, uso de las TIC, entre otros.
3. Beneficios y exenciones fiscales
Pueden ser premiados con exenciones fiscales por parte de la legislación vigente aquellas compañías, instituciones y negocios que cumplan en la actualidad con los principios demandados por la Responsabilidad Social Corporativa.
4. Mayor facilidad de acceso a:
Mercados financieros, subvenciones, concursos que se realicen dentro del ámbito público, recursos de capital y licitaciones de las Administraciones Públicas.
5. Mejora del:
Absentismo laboral, de la productividad en el negocio, del clima empresarial, y del talento dirigido hacia el negocio.
6. Consolidación empresarial a largo plazo
Un negocio puede ser longevo en el tiempo cuando logra convertir su modelo en sostenible, equilibrando los aspectos económico, social y medioambiental. El desarrollo de un proyecto amparado dentro del marco de la sostenibilidad ayuda tanto al entorno como a la sociedad, así como al propio empresario que decide llevarlo a cabo. Y tú, ¿a qué esperas para ponerlo en práctica? ¿Qué otras ideas se te ocurren?
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