Este consumo desmedido se puede analizar - y se analiza frecuentemente - desde muchos ángulos distintos, así que en esta oportunidad voy a fijarme en cómo gestionamos los incendios forestales. Doy por descontado que un incendio forestal arrasa el ecosistema y consume todos los recursos (naturales o no) que alcanza, por lo que es una forma más de destrozar el planeta.
El National Geographic avisa que "la deforestación es una de las maneras más drásticas de consumir recursos naturales, y que tiene muchos efectos negativos para el medio ambiente, porque tiene un impacto dramático en la pérdida del hábitat de millones de especies. El 70% de los animales y plantas habitan los bosques de la Tierra y muchos no pueden sobrevivir a la deforestación que destruye su medio".
Si unimos las advertencias de WWF y National Geographic, podemos pensar que la disminución - ya que la erradicación parece imposible - de los incendios forestales puede ser una buena forma de contribuir a mejorar las ratios de recursos consumidos. Al menos es lo que pienso yo cada vez que veo en la televisión esas dantescas imágenes de incendios forestales.
En lo que afecta a nuestro país, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ofrece datos sobre los incendios en España contabilizados este año hasta el 31 de julio 2016: se han quemado 16.417 ha en total, y hemos sufrido 5 grandes incendios (> 500 ha). Sin contar que este verano está siendo particularmente cruel, por lo que esa cifra crecerá de forma significativa.
Cada año ocurre algo parecido en la época veraniega. Y también sufren desastres parecidos en casi todos los países del mundo, independientemente de su cultura, grado de desarrollo y recursos disponibles para combatir el fuego.
No sé si os habéis fijado en que los medios de comunicación, cuando informan de uno de estos desastres, casi siempre cierran la noticia especificando el número de personas afectadas (directa o indirectamente) y los perjuicios económicos ocasionados por las llamas.
Creo que dichos medios podrían ser más útiles a la sociedad si, además de los datos mencionados, ofrecieran con frecuencia una visión más amplia de la realidad, porque prácticamente nunca nos informan de:
Tipo y cantidad de animales posiblemente afectados, tanto domésticos como silvestres;
Tipo y cantidad de especies vegetales afectadas;
Perjuicio total estimado en términos de daños al ecosistema de la zona;
Las relaciones entre especies del ecosistema que han sido destruidas;
Número de años que la naturaleza necesitará para recuperarse del desastre;
Tipo de formación y entrenamiento que se ofrece a los especialistas en extinciones no solo respecto a la extinción propiamente dicha, sino también en auxilios preventivos a prestar a la flora y fauna potencialmente afectadas;
Actuacióniones correctivas posteriores de la Administración para paliar los daños, castigar a los culpables y prevenir futuros desastres;
Seguimiento que hacen los medios a las medidas adoptadas por la Administración, para constatar las actuaciones y averiguar los posibles "olvidos" de aplicar la legislación.
Ejemplos de buenas prácticas de la Administración y de los ciudadanos.
En esencia, una actuación más comprometida por parte de los medios de comunicación sería una gran ayuda para conseguir mayor presión sobre la Administración y, sobre todo, mayor concienciación de la ciudadanía: si los ciudadanos interiorizamos lo que supone cada uno de estos desastres para la naturaleza, y consecuentemente para nosotros, estaremos mucho más atentos a prevenir y a denunciar cuando sea preciso.
La presión ciudadana es básica para que la sociedad adquiera mayor compromiso con la naturaleza. Y los medios de comunicación tienen poder para informar, convencer y concienciar a los ciudadanos para avanzar hacia una sociedad más cuidadosa, respetuosa y con visión de futuro.
Me gustaría mucho que los medios de comunicación recogieran el guante que les tiendo como ciudadana. Y como ciudadana me comprometo a divulgar las consecuencias de un incendio forestal desde un punto de vista holístico. Sé que solo soy una voz, y también sé que un grano no hace granero pero ayuda al compañero…
Edita Olaizola (@EditaOla)