
Ministros y altos representantes gubernamentales de todo el mundo se reunieron en la capital española para reforzar su compromiso con la seguridad hídrica global y la resiliencia climática. En el encuentro, impulsado por la alianza Sanitation and Water for All (SWA), se aprobó el Compromiso de Madrid para la Acción, una hoja de ruta que busca acelerar el acceso universal a servicios de agua y saneamiento sostenibles y resistentes al cambio climático.
El documento reconoce que alcanzar este objetivo exige cerrar una brecha de financiación superior a los 130.000 millones de dólares anuales y pone de relieve la necesidad de superar la fragmentación política y la falta de coordinación institucional. Los líderes presentes abogaron por fortalecer la gobernanza, fomentar inversiones sostenibles y colocar a las personas más vulnerables en el centro de las políticas hídricas.
El Compromiso de Madrid articula su estrategia en torno a cinco prioridades:
Durante el acto, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, destacó el valor político y social de este pacto: “Cuando garantizamos agua segura, salvamos vidas. Cuando extendemos el saneamiento, protegemos la salud pública. Y cuando ambos se integran en las políticas nacionales, construimos resiliencia, desarrollo y justicia social”, señaló.
“Este Pacto de Madrid no es solo una declaración: es un llamamiento a integrar el agua, el saneamiento y la adaptación climática en una misma agenda global”.
Los líderes recordaron que el acceso al agua y al saneamiento es un derecho humano esencial y advirtieron sobre las enormes desigualdades que persisten:
El cambio climático agrava estas desigualdades: las alteraciones en los patrones de lluvia, la subida del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos amenazan la disponibilidad de agua, dañan infraestructuras y provocan desplazamientos forzados.
El Compromiso de Madrid será, según la alianza SWA, un instrumento político dinámico que orientará los esfuerzos internacionales desde 2025 y se evaluará periódicamente en foros como la COP30, el Diálogo de Bakú sobre Agua y Clima y la Conferencia del Agua de la ONU de 2026.
Con esta iniciativa, los países firmantes buscan dar un paso decisivo hacia la consecución del ODS 6, garantizando agua y saneamiento para todas las personas, en un planeta más justo, resiliente y sostenible.