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Conflictos geopolíticos, fenómenos climáticos extremos, encarecimiento de materias primas y tensiones institucionales están impactando de lleno en la economía global. En este contexto de inestabilidad, las empresas no solo buscan resistir, sino reinventarse a través de la sostenibilidad como modelo de competitividad y liderazgo.
Sostenibilidad, una respuesta empresarial ante la incertidumbre

El estudio del Pacto Mundial de la ONU España revela que las compañías están consolidando la sostenibilidad como una decisión estructural que atraviesa toda la organización. “No hay competitividad sin sostenibilidad, ni liderazgo real sin responsabilidad. Los datos de este estudio confirman que en tiempos de incertidumbre se define el verdadero liderazgo empresarial”, afirma Cristina Sánchez, directora ejecutiva de la organización.

Cuatro claves para una competitividad sostenible

El informe identifica cuatro palancas esenciales que permiten a las empresas transformar los desafíos globales en oportunidades de crecimiento y resiliencia:

1. Pensar a largo plazo, competir mejor
La visión estratégica de la alta dirección resulta crucial para anticipar riesgos regulatorios, reputacionales y operativos. Las empresas con compromisos firmes en sostenibilidad acceden más fácilmente a financiación verde, fortalecen su reputación y ganan capacidad de adaptación ante futuros cambios normativos y ambientales.

2. Estrategia sostenible como sinónimo de credibilidad
El compromiso real con la sostenibilidad abre puertas al financiamiento sostenible. Las compañías con planes sólidos pueden acceder en mejores condiciones a bonos verdes, préstamos sostenibles o productos financieros vinculados a indicadores ASG. Incluso las pymes se benefician de instrumentos europeos como los fondos Next Generation o las líneas ICO verdes, reforzando así su posición competitiva.

3. Escuchar a los grupos de interés como motor de innovación
Las expectativas de los inversores, consumidores y trabajadores se han convertido en impulsores clave de la competitividad.

  • El 88% de los inversores globales muestra interés por la inversión sostenible y el 59% planea aumentarla.
  • En España, el 49% de los activos gestionados ya incorpora criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG).
  • El 82% de las personas trabajadoras valora que su empresa tenga propósito, y casi la mitad no trabajaría en una organización cuyos valores no se alineen con los suyos.

Estas tendencias reflejan que la sostenibilidad no es solo ética, sino también una ventaja competitiva para atraer talento, inversión y consumidores conscientes.

4. Cadenas de suministro responsables: la base del liderazgo empresarial
El 47% de los CEOs a nivel global y el 94% de las empresas del IBEX 35 ya evalúan a sus proveedores bajo criterios sociales, éticos y ambientales. Este cambio impulsa la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor, fortaleciendo especialmente a las pymes —que constituyen más del 90% del tejido empresarial español— y alineándolas con los estándares internacionales de diligencia debida y derechos humanos.

En definitiva, según el Pacto Mundial de la ONU España, las empresas que integran la sostenibilidad no solo reducen su exposición a riesgos, sino que logran ventajas estratégicas en el mercado. En un mundo cada vez más incierto, la sostenibilidad se consolida como el lenguaje común del liderazgo empresarial y la clave para competir con propósito y resiliencia.

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