
La Comisión Europea ha dado un paso relevante hacia la regulación de la inteligencia artificial en Europa. El pasado 9 de julio recibió oficialmente la versión final del Código de buenas prácticas sobre IA de uso general, una herramienta voluntaria destinada a guiar a la industria en la implementación de la Ley de IA que entrará en vigor el 2 de agosto de 2025, según informó la propia institución comunitaria.
Este Código ha sido elaborado por trece expertos independientes, con la participación de más de 1.000 partes interesadas, entre ellas empresas proveedoras de modelos de IA, pymes, especialistas en ciberseguridad, académicos, titulares de derechos y representantes de la sociedad civil.
El documento tiene como finalidad orientar a los proveedores de modelos de IA de uso general -es decir, aquellos sistemas que pueden utilizarse en múltiples aplicaciones, desde asistentes virtuales hasta herramientas de análisis de datos- para garantizar que se desarrollen de forma segura, transparente y respetuosa con los derechos fundamentales.
Estructura del Código: tres capítulos clave
El texto se estructura en tres capítulos que abordan los principales desafíos de esta tecnología:
Hacia un marco europeo de responsabilidad y confianza
La Ley de Inteligencia Artificial, pionera a nivel global, establece obligaciones concretas para los proveedores de IA de uso general. Uno de los aspectos más destacados es que, tras su entrada en vigor, los nuevos modelos deberán cumplir la normativa desde agosto de 2026, mientras que los ya existentes tendrán un plazo hasta agosto de 2027.
El Código no es vinculante, pero adherirse a él permitirá a las empresas demostrar el cumplimiento de la ley de forma más ágil, reduciendo trámites administrativos y ofreciendo mayor seguridad jurídica. Esta autorregulación voluntaria podría convertirse en una herramienta valiosa para empresas que quieran posicionarse como actores responsables dentro del mercado europeo.
Próximos pasos: directrices oficiales y refrendo estatal
Tras su validación por parte de los Estados miembros y la Comisión, se prevé que el Código sea acompañado por directrices oficiales de Bruselas, que se publicarán antes de agosto de 2025. Estas orientaciones detallarán quiénes están sujetos a las nuevas reglas y cómo deben aplicarlas.
Con este nuevo marco, la UE refuerza su papel como líder global en la gobernanza ética de la inteligencia artificial, marcando el rumbo hacia una digitalización alineada con los principios democráticos, la transparencia y la protección de los derechos humanos.