La Unión Europea ha dado un paso importante hacia una aviación más sostenible al adoptar un nuevo reglamento que introduce la Etiqueta de Emisiones de Vuelo (FEL). Este sistema, que estará plenamente operativo en julio de 2025, permitirá a los pasajeros comparar de forma clara y fiable las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los vuelos antes de adquirir sus billetes.
A partir del verano de 2025, las aerolíneas que operen vuelos dentro de la UE o partan de sus aeropuertos podrán adherirse voluntariamente a este programa, diseñado para estandarizar la forma en que se calculan las emisiones de los vuelos. La falta de un método común ha generado hasta ahora datos inconsistentes entre las aerolíneas y los vendedores de billetes, dificultando la comparación para los consumidores.
¿Cómo funcionará?
La etiqueta proporcionará una estimación precisa de las emisiones basándose en factores como:
Impacto en la aviación y los pasajeros
Este nuevo sistema no solo promueve la transparencia para los viajeros, sino que también busca impulsar cambios dentro del sector aéreo. Las aerolíneas estarán incentivadas a modernizar sus flotas, usar combustibles de aviación sostenibles (SAF) y operar de manera más eficiente. Al basarse en datos reales de consumo, el sistema fomenta la competencia leal y refuerza los compromisos del sector con la sostenibilidad.
La Agencia de la Unión Europea para la Seguridad Aérea (AESA) será la encargada de gestionar las estimaciones de emisiones, aplicando los estándares internacionales más avanzados para garantizar datos transparentes y armonizados.
Las aerolíneas podrán comenzar a registrarse en el programa a partir de febrero de 2025, enviando los datos requeridos a la AESA. Las primeras etiquetas se asignarán en julio de ese mismo año y serán visibles para los vuelos de la temporada de invierno de 2025. Este avance forma parte de una estrategia integral de la UE, que incluye iniciativas como el programa ReFuelEU Aviation y el régimen de comercio de derechos de emisión, para garantizar una transición hacia una aviación más verde y responsable.
Con esta iniciativa, la UE reafirma su liderazgo en la lucha contra el cambio climático, facilitando herramientas para que tanto las aerolíneas como los pasajeros adopten decisiones más sostenibles.