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Un informe presentado por un grupo de expertos de la ONU advierte sobre la necesidad urgente de crear un marco global de gobernanza para la inteligencia artificial. el documento señala que el desarrollo y uso de esta tecnología no deben quedar en manos del mercado, ya que podría generar violaciones de derechos humanos y aumentar las desigualdades entre países y empresas.
Expertos de la ONU instan a regular la inteligencia artificial a nivel global

La reciente publicación elaborada por un grupo de expertos de la ONU ha destacado la urgente necesidad de establecer un marco regulador global para la inteligencia artificial (IA), enfatizando que su desarrollo no debe estar exclusivamente bajo el control de los mercados. El documento, presentado este jueves, señala que la naturaleza transfronteriza de esta tecnología requiere un enfoque internacional coordinado para asegurar que sus beneficios se distribuyan equitativamente y no solo entre un pequeño grupo de actores.

El documento subraya que la inteligencia artificial está revolucionando sectores clave, como la investigación científica, la energía, la salud pública y la agricultura, contribuyendo de manera significativa al avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, los expertos advierten que sin una gobernanza adecuada, estos avances podrían quedar limitados a unos pocos países y corporaciones, exacerbando las desigualdades globales.

Una de las principales preocupaciones expresadas en el informe es la posible violación de derechos humanos a través del mal uso de la IA. Se destacan varios riesgos, como el uso de minerales críticos para el desarrollo de la tecnología, lo que está generando disputas por el control de estos recursos escasos. A esto se suma la creciente utilización de sistemas de armas autónomas, capaces de tomar decisiones sin intervención humana, lo que plantea serios dilemas éticos y jurídicos, especialmente en relación con la protección de civiles en zonas de conflicto.

La manipulación de información a través de la IA es otro motivo de alarma. Los sesgos en los algoritmos y la difusión de desinformación pueden afectar negativamente a la sociedad, profundizando divisiones y generando desconfianza en los medios y gobiernos. Estas preocupaciones exigen una regulación estricta para evitar que la tecnología perpetúe injusticias y vulnerabilidades.

Desigualdades en la gobernanza

Otro de los aspectos que se revela es la existencia de brechas significativas en la gobernanza global de la IA. En la actualidad, solo siete países (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) participan activamente en iniciativas internacionales sobre IA fuera del marco de la ONU, mientras que 118 naciones, mayormente del Sur Global, están excluidas de estas discusiones. Esta disparidad subraya la necesidad de un enfoque más inclusivo y equitativo.

El grupo de expertos insiste en que es imprescindible dar voz a todas las regiones en la toma de decisiones sobre la IA. Según el informe, "la equidad exige que más voces desempeñen roles significativos en la gobernanza de una tecnología que afecta a toda la humanidad". Las comunidades históricamente excluidas de estas conversaciones deben estar representadas, ya que las decisiones sobre IA tienen implicaciones a nivel mundial.

Para abordar estos desafíos, la publicación propone la creación de un panel científico independiente sobre inteligencia artificial que asesore en su gobernanza. Además, sugiere la realización de un diálogo intergubernamental dos veces al año, con la participación de múltiples actores, para compartir buenas prácticas y experiencias. Entre las recomendaciones también figura la creación de un fondo mundial para la IA, cuyo objetivo sería cerrar la brecha digital y asegurar que todos los países puedan beneficiarse de esta tecnología.

Finalmente, se hace hincapié en que cualquier uso de la IA en entornos militares debe ajustarse al derecho internacional humanitario y a las normas de derechos humanos. Los estados deben establecer marcos legales sólidos y mecanismos de supervisión que garanticen un uso responsable y ético de la inteligencia artificial. Este informe invita a los Estados miembros de la ONU a construir la primera arquitectura global e inclusiva para la gobernanza de la IA, basada en la cooperación internacional y la transparencia. Solo a través de un esfuerzo colectivo se podrá asegurar que la inteligencia artificial beneficie a toda la humanidad y no se convierta en una herramienta para aumentar las desigualdades globales.

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