Si bien para algunos las vacaciones ya están llegando a su fin, para otros acaban de comenzar y aún quedan varias semanas de verano por delante. Conscientes de la importancia de proteger el planeta, desde Grupo Calvo recuerdan la necesidad de cuidar de nuestros océanos a partir de algunos consejos prácticos.
Naja Bertolt Jensen
La contaminación de los océanos es un problema grave que afecta al medio ambiente marino durante todo el año, pero, especialmente, durante el verano. En la época estival, algunos factores específicos pueden contribuir a aumentar la contaminación de los océanos:
Turismo y actividades recreativas: En verano, muchas personas acuden a las playas y zonas costeras para disfrutar de actividades recreativas como nadar, hacer surf y pasear en bote. Sin embargo, estas actividades pueden generar basura y desechos, como envases de plástico, bolsas y colillas de cigarrillos, que a menudo terminan en el agua.
Desechos plásticos: El uso excesivo de plásticos de un solo uso, como botellas, utensilios y envases, se incrementa en verano debido a las vacaciones y eventos al aire libre. Si estos plásticos no se eliminan adecuadamente, pueden terminar en los océanos a través de los sistemas de drenaje pluvial, causando daños a la vida marina y al ecosistema.
Vertidos de embarcaciones: Durante el verano, hay un aumento en la cantidad de barcos y embarcaciones recreativas en los océanos. Los vertidos de desechos, como aguas residuales y combustible, pueden contaminar las aguas marinas y afectar la calidad del agua.
Fertilizantes y productos químicos: En zonas costeras agrícolas, se utilizan fertilizantes y productos químicos para promover el crecimiento de cultivos. Durante las lluvias de verano, estos productos químicos pueden ser arrastrados hacia los océanos, causando la proliferación de algas nocivas y la degradación de la calidad del agua.
Contaminación del aire: Durante la temporada de verano, hay una mayor actividad industrial y de transporte, lo que puede aumentar la contaminación del aire. Partículas y sustancias químicas transportadas por el viento pueden depositarse en la superficie del océano, contribuyendo a la contaminación.
Aumento de la temperatura del agua: El calentamiento global y las altas temperaturas del verano pueden afectar negativamente a los océanos. El aumento de la temperatura del agua puede llevar a la pérdida de hábitats marinos, la acidificación del agua y la alteración de los patrones de migración de la vida marina.
Para abordar la contaminación de los océanos en verano y durante todo el año, desde Grupo Calvo proponen algunos consejos prácticos a tener en cuenta:
No dejes basura: cuando vayas a la playa asegúrate de no dejar colillas, vasos, papeles... Con toda probabilidad acabarán en el mar impactando directamente en la fauna y la flora marina.
Date un paseo por la playa y sus alrededores y aprovecha para recoger residuos. Ayudarás a reducir la contaminación de los mares y darás un ejemplo estupendo a todos.
Reduce las emisiones de CO2: usa el transporte público, la bici, opta por una caminata para llegar a la playa, y si no, comparte coche. Evitarás emisiones y ayudarás a combatir el cambio climático.
Finalmente, desde la compañía nos recuerdan que cada granito de arena cuenta y cuidar de nuestros océanos está en manos de todos y todas.