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Estos se desprenden del informe “El momento de la naturaleza: Pasos para ser Nature Positive” presentado por Forética en el marco de la iniciativa Nature Business Ambition cuyo objetivo es impulsar la acción empresarial en materia de recuperación de la naturaleza y la biodiversidad, como ejes claves para conseguir un planeta “Nature-Positive” en 2030.
Seis pasos para integrar la naturaleza en las estrategias empresariales

Las empresas tienen un rol central en la lucha contra la emergencia climática. Las empresas dependen directamente de la naturaleza y de sus servicios, pero también impactan en los lugares en los que operan a través de la explotación, la contaminación y el cambio de uso de la tierra, entre otros. Estos impactos, generan unos riesgos, cuya integración en la toma de decisiones financieras de las empresas es clave.

En este contexto, es el momento de pasar a la acción y de empezar a integrar la naturaleza en la estrategia empresarial. Evaluar la relación de la organización con la naturaleza cuantificando sus impactos y dependencias, fijar objetivos medibles y acotados en el tiempo, implementar acciones para evitar y reducir los impactos -así como para regenerar y restaurar la naturaleza-, y llevar a cabo una medición, monitorización y reporte periódicos son los pasos clave que las empresas deben integrar para contribuir a lograr los objetivos globales en materia de conservación de la naturaleza. Conscientes de ello, y de la importancia de avanzar hacia el desarrollo sostenible, Forética ha presentado el informe “El momento de la naturaleza: Pasos para ser Nature Positive” en el marco de la iniciativa ‘Nature Business Ambition’ -liderada por Forética y compuesta por diez grandes compañías.

Dicho informe analiza el business case de la gestión empresarial de la naturaleza para visibilizar y catalizar la consideración de los riesgos y oportunidades de la biodiversidad y su relación con el cumplimento de otros objetivos extra-financieros, como los climáticos. Según Naciones Unidas, la naturaleza es “una de las formas más eficaces” para la lucha contra el cambio climático y debe ser parte esencial de todos los planes para reducir el calentamiento global. Contando con ella, se pueden reducir hasta un tercio las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial antes de 2030.

La publicación advierte que se estima que más de la mitad del PIB mundial depende directa o indirectamente de la naturaleza y sus servicios. La degradación de los hábitats naturales compromete el crecimiento económico, la generación de riqueza, así como el bienestar y la salud de 8.000 millones de habitantes en el planeta. La buena noticia es que, desde el ámbito empresarial, se está aumentando la ambición para revertir esta pérdida de naturaleza y conseguir el objetivo global de ser ‘Nature Positive’ en 2030, logrando la recuperación total de la naturaleza para 2050.

Una vez entendida la importancia de la naturaleza y que todas las compañías y sectores impactan y dependen de ella, es el momento de pasar a la acción. El informe presenta una hoja de ruta, con los seis pasos fundamentales para una correcta integración de la naturaleza en las estrategias empresariales. Comenzando por la evaluación y terminando por un reporte transparente, cada uno de los seis pasos sugiere guías y metodologías, así como buenas prácticas empresariales, que pueden ayudar en este camino, independientemente del punto de partida de cada organización.

1. Evaluar y priorizar: El primer paso en este camino hacia un desarrollo económico sostenible consiste en evaluar la relación de las operaciones de la empresa y su cadena de valor con los diferentes reinos que componen la naturaleza29 (ver Naturaleza vs. Biodiversidad). Para ello, se deben analizar los impactos y dependencias que la organización tiene con respecto a cada uno de estos reinos, valorando cuáles son materiales y por qué, en función del sector al que pertenezca y las características intrínsecas de la compañía, dejándolo recogido en la matriz de materialidad. 

2. Medir y valorar: Una vez analizada la relación de las operaciones de la compañía (y su cadena de valor) con la naturaleza, se debe pasar a cuantificar estos impactos y dependencias. Utilizar indicadores claros y comparables es clave para poder establecer una línea base (punto de partida), fijarse objetivos, evaluar el progreso, y compararse con otras compañías o medias sectoriales. Estos indicadores serán imprescindibles para posteriormente realizar una adecuada toma de decisiones. Para lograrlo, es preciso obtener datos claros, transparentes y de calidad. En paralelo, es necesario evaluar el estado general de la naturaleza en los emplazamientos en los que opera la compañía, antes y después de las operaciones de la empresa en esa localización, para así poder analizar cómo evoluciona esta con el paso del tiempo. Entre los factores a evaluar están la conectividad ecológica, el riesgo de extinción de especies, la escasez de agua, la acumulación de contaminación o las reservas de recursos naturales, entre otros.

3. Fijar objetivos: El siguiente paso de este camino hacia ser una compañía que integra completamente la naturaleza en su estrategia es comprometerse públicamente a realizar acciones para mitigar los impactos identificados. Establecer objetivos cuantitativos y temporales específicos, así como una hoja de ruta para cumplirlos, es fundamental para imponerse una mejora continua, minimizando los impactos y maximizando las oportunidades, para así hacer frente a los retos que se plantean en materia de naturaleza y poder alinearse con los límites planetarios. Los objetivos deben ser: 

  • De duración limitada.
  • Específicos.  
  • Basados en la ciencia.

4. Actuar y transformar: Una vez se han definido unos objetivos medibles y acotados en el tiempo, es el momento de actuar. Esto es, implementar y combinar distintos tipos de acciones para lograr los resultados deseados; tratando de poner el foco, no solo en la actividad de la empresa sino más allá a través de la colaboración con los distintos stakeholders y la cadena de valor.

5. Monitorizar y verificar: A lo largo del proceso para integrar la naturaleza en la estrategia empresarial es importante ir echando la vista atrás y haciendo una revisión y monitorización del proceso, observando y evaluando regularmente si los objetivos fijados en un primer momento se van cumpliendo -tanto en lo que se refiere a su contenido como a su temporalidad-, y haciendo los reajustes necesarios en caso de que no se esté ejecutando según lo establecido.

6. Divulgar y reportar: Reportar información sobre la evaluación del capital natural y las decisiones de la compañía al respecto de una manera veraz y transparente permite a los usuarios externos conocer los riesgos y oportunidades a los que se enfrenta la organización en esta materia, sirviendo de apoyo en el proceso de toma de decisiones.

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