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La compañía de bebidas líder en el mundo ha vuelto a demostrar que su compromiso medioambiental no ha sido nunca una mera declaración de buenas intenciones y que, aunque ambiciosos, los nuevos objetivos están a su alcance y ya están teniendo un impacto positivo. La empresa ha puesto en marcha un plan de acción concreto con metas reales basadas en criterios científicos guiados por un propósito en común: crear un futuro mejor y libre de emisiones.

¿Alguna vez te has pregunta preguntado qué es la huella de carbono?  Mientras lo piensas y lees este artículo al que puedes haber accedido cliqueando con tu móvil, habrás generado una estela de gases que están sobrecalentando el planeta. La huella de carbono representa el volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) que producen no solo las actividades económicas y las empresas, sino todas y cada una de las actividades cotidianas del ser humano. La emergencia climática ya está aquí y el momento de actuar es ahora, consciente de ello, Coca-Cola ha puesto en marcha una ambiciosa estrategia de acción que ha convertido a la empresa en un actor clave en la lucha contra el calentamiento global. Se trata de su plan de acción climática “Actuamos sobre el clima ahora: objetivo Cero”  que cumple un año y ya ha supuesto importantes logros en el camino hacia su meta final: “alcanzar la neutralidad en carbono en 2040, diez años antes del objetivo marcado por Europa”,  señala Carmen Gómez-Acebo, directora de Sostenibilidad Iberia Coca-Cola Europacific Partners (CCEP).

Pero antes de alcanzar dicha meta, en 2030, Coca-Cola espera poder reducir en un 30% las emisiones GEI en su cadena de valor vs 2019. Esta reducción se sitúa ya en cerca de un 22%.  En este trayecto hacia el cero, la empresa ha decidido elegir la manera más exigente: reducir sus propias emisiones en toda la cadena de valor antes que compensarlas. La empresa está convencida de que proteger el futuro de nuestro planeta no es solo imprescindible sino urgente y de que es necesario convertir las palabras en acciones, motivo por el cual seguirá disminuyendo sus emisiones en cinco áreas prioritarias: envases, ingredientes, operaciones, equipos de frío y transporte. Veamos en qué consisten cada una de ellas.

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1.Envases sostenibles: invertir en futuro es innovar en presente 

Cada uno de los envases de Coca-Cola han sido pensados, diseñados y puestos en el mercado para minimizar su impacto ambiental. Nada está librado al azar. La empresa utiliza plástico reciclado como materia prima y, actualmente, casi el 100% (el 99,7%) de sus envases son reciclables en otra botella. Cabe destacar que los envases de la marca contienen una media de un 28,3% de plástico PET reciclado y este porcentaje aumenta hasta el 50% en el caso de los envases de las bebidas sin gas y zumos, a un 100% en todas las botellas de plástico rPET de 50cl, exceptuando las de la marca Sprite y agua, que se sumarán en los próximos meses. Esto supone la reducción de 23.700 toneladas de plástico virgen y 6.291 toneladas de CO2. Además, Coca-Cola se ha adelantado a los requisitos de la normativa europea sobre plásticos de un solo uso y ha realizado todo un hito en ecoinnovación: el lanzamiento de las botellas con tapón adherido.

 2.El contenido importa: ingredientes sostenibles

Para ser una empresa realmente sostenible, Coca-Cola sabe que es necesario que los productos que ofrece al mercado también lo sean. Por tanto, la empresa se asegura de que el 100% de los proveedores de azúcar, pulpa y papel cumplen con los Principios Rectores de Agricultura Sostenible. Y si los ingredientes son importantes, no lo es menos el componente principal de sus bebidas: el agua. Coca-Cola sabe que el agua es el recurso esencial para la vida y un planeta saludable, es por esto, que lleva años comprometida con la protección de las fuentes de agua que utiliza y, para 2025 la compañía tiene el objetivo de mejorar esta eficiencia en el uso del agua en un 20%.

3.Operaciones, una apuesta transversal

En la carrera hacia ser neutrales, Coca-Cola tiene en claro la importancia de reducir todas las emisiones, es decir, también aquellas sobre las que la empresa no tiene control directo (de alcance 3), más aún, teniendo en cuenta que estas representan más del 90% de las emisiones generadas por la empresa. Es por ello que Coca-Cola hace todo lo posible para reducirlas uniéndose a sus proveedores estratégicos. Por tanto, la empresa junto a ellos para que establezcan objetivos validados científicamente, utilicen un 100% de electricidad renovable en todas sus operaciones para 2023 y compartan los datos de su huella de carbono.

ClimaInfografiaEmisionesGEI 2021

Además de haberse comprometido a llevar la sostenibilidad a toda su cadena de valor y proveedores, la compañía busca implicar también a clientes en la lucha contra el cambio climático. Por eso, involucra al sector Horeca en este reto a través de la plataforma Hostelería #PorElClima, que desarrolla de la mano de Ecodes y Hostelería de España. A través de ella facilita acciones sencillas que el sector puede poner en marcha, visibiliza los pasos que se están dando y promueve un movimiento de cambio hacia una economía neutra en carbono.  

4. Equipos de Frío eficientes y reducción del consumo energético

La renovación de los equipos de frío es otra las grandes apuestas de la empresa.  Concretamente, desde 2010 las emisiones generadas por estos se han reducido en un 32,6% desde 2019, pero se seguirá asegurando de que los nuevos sigan siendo libres de hidrofluorcarburos (HFC) y energéticamente más eficientes: actualmente, el 70% de las ‘neveras’ Coca-Cola adquiridas en 2021 fueron Connected Coolers, equipos de frío de última generación diseñados para disminuir el consumo energético y con él la huella de carbono. Además, como parte de su objetivo de lograr la descarbonización total en 2040, el 100% de la energía eléctrica que utiliza Coca- Cola en sus plantas en España y en sus oficinas centrales de Madrid procede de fuentes renovables. En sus fábricas la empresa también está haciendo grandes esfuerzos de descarbonización. Desde septiembre de 2021, Vilas del Turbón, ya es la primera fábrica de Coca-Cola en España con emisiones netas cero y se espera que, a finales del próximo año, sean seis las fábricas se conviertan en neutras en carbono.

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5. Movilidad sostenible, el transporte como protagonista

El transporte es una de las áreas que más incidencia tiene en la contaminación. Es por ello, que la compañía viene desarrollando diversos esfuerzos en pro de garantizar una movilidad  sostenible para lograr ser una empresa neutra en emisiones. En este marco, se han ido incorporando progresivamente vehículos eléctricos e híbridos en la flota de coches y furgonetas. Por otra parte, gracias a la tecnología y la innovación, Coca-Cola está optimizando sus rutas y apostando por el uso de combustibles alternativos. Por ejemplo, a través de la utilización de duotrailers para ampliar la carga y reducir el número de viajes y conseguir reducir la huella de carbono. 

 

*Los datos ofrecidos en esta información han sido publicados en los informes anuales de sostenibilidad de Coca-Cola o facilitados y publicados por el socio embotellador, Coca-Cola Europacific Partners.

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