Se conocieron las conclusiones del informe “El Futuro es Clima”, que recoge las percepciones de la juventud española sobre la emergencia climática. En un contexto marcado por la crisis energética, la invasión en Ucrania y un cambio climático cada vez más apreciable por la subida de las temperaturas, más de 9.000 jóvenes de nuestro país de entre 16 y 30 años han mostrado su preocupación sobre esta situación de crisis climática y propondrán en el Congreso sus soluciones ante este escenario.
Según los datos que se extraen de la encuesta, elaborada conjuntamente por PlayGround y Osoigo Next, el cambio climático representa una gran preocupación para la juventud. Además, gran parte de la juventud encuestada es consciente de que su impacto ya está teniendo su repercusión en el presente y que no solo va a afectar a las generaciones futuras. A causa de esto, el 82,1% de ellos reconoce haber sufrido ecoansiedad alguna vez, y uno de cada cuatro la sufre frecuentemente. María Caso, directora de El Futuro Es Ahora, afirmó que: "El 97% de nosotros estamos muy preocupados por la emergencia climática, y este dato es entre 20 y 30 puntos más alto que en generaciones anteriores".
En este escenario, la juventud está lejos de quedarse de brazos cruzados. El estudio muestra que, como respuesta a la emergencia climática, los jóvenes quieren formar parte de esta transición verde y proponen una serie de cambios que podrían adoptarse para facilitarla. Tal como se extrae del informe, a cuatro de cada cinco jóvenes les gustaría trabajar en una posición con un impacto social o ambiental positivo para el planeta. En esta línea, la mayoría de ellos (93,7%) estarían dispuestos a realizar trayectos más largos en sus viajes de ocio si eso supone utilizar medios de transporte menos contaminantes. Además, la práctica totalidad (94,7%) cree que las inversiones públicas deberían priorizarse en el sector de las energías renovables.
La preocupación de este segmento poblacional acerca de la situación climática les hace querer adquirir compromisos y participar en esta transición ecológica, recalcando que esta debe partir y ser liderada por los gobiernos. Los encuestados concluyen que es necesario establecer leyes y acciones concretas con las que hacer frente al cambio climático. En concreto, más de la mitad de las personas consultadas (56%) reclaman medidas económicas que hagan efectiva la transición climática, y algo menos de la mitad (39,92%) también afirman que es necesario un replanteamiento del sistema productivo y del reparto de la riqueza actual.
En cuanto a las actuales políticas climáticas, el 80% de las y los encuestados las encuentra insuficientes por tener un alcance limitado y cree que estas no ayudan a hacer frente a la emergencia climática. Para hacer frente a este problema, la mayor parte de los participantes en la encuesta (76,1%) incide en que la implicación política de los jóvenes podría provocar cambios significativos en la lucha contra la emergencia climática. Asimismo, casi el 80% de los jóvenes creen que la concienciación medioambiental de la población es insuficiente, y tres de cada cinco destacan que al cambio climático se le da poco espacio en los medios de comunicación, lo que influye en el desconocimiento social sobre este asunto.
Además, el informe incluye algunas propuestas concretas de los propios encuestados a nivel colectivo e individual que podrían incentivar los gobiernos para facilitar este cambio. Entre ellas destacan la incentivación de los medios de producción sostenibles, el uso del transporte público, el abaratamiento del uso de energías renovables, el replanteamiento del sistema alimentario y la reducción del consumo de carne, así como la posibilidad de llevar a cabo un reciclaje más estricto y la prohibición del uso de plásticos.
La juventud también está interesada en proponer soluciones propias con las que hacer frente a la emergencia climática. Por ejemplo, tres de cada cuatro personas encuestadas (77,5%) consumiríamos más alimentos bajos en emisiones si el Gobierno facilitase su consumo o casi el 90% considera que el modelo productivo debería evolucionar y apostar por alternativas más sostenibles que pongan el foco en la soberanía energética y la transición verde. Asimismo, casi la totalidad de estos (96%) coinciden en la necesidad de que las empresas más contaminantes paguen más impuestos. La divulgadora y activista en Climabar, Carmen Huidobro, destacó esta necesidad de ayudas por parte de los gobiernos, "ya que no frenar la crisis climática saldrá más caro en un futuro que tomar acción ahora".
La publicación "El Futuro es Clima" también plantea unas perspectivas de futuro para esta generación marcadas por una crisis climática que ellos perciben como algo real y actual. De acuerdo con esto, la mayor parte de la juventud encuestada (65,8%) afronta el futuro de manera pesimista; un sentimiento mayor entre las mujeres (68,5%) y que también aumenta con la edad. Tan solo el 20% de la juventud afronta la vida de manera optimista, cifra algo superior en hombres y en los menores de 18 años. "La gran mayoría de los jóvenes somos incapaces de imaginar un futuro alternativo al colapso; tenemos que empezar por ahí, por imaginar un futuro alternativo", concluyó la socióloga, politóloga y divulgadora Miriam Jiménez Lastra.
En palabras de la directora de Talento para la Futuro, Elsa Arnáiz, "Es crítico rediseñar de arriba a abajo la forma en que se está abordando la crisis climática, poniendo en el centro la labor de los gobiernos como motor de esta estrategia; pero estableciendo un canal de comunicación fluido entre los políticos y la juventud para que ambas partes tengamos la oportunidad de escuchar y proponer". "Esto es algo que afecta al futuro de todos, y no está en sus manos como políticos frenarlo, pero sí trabajar para reeducar y concienciar a la sociedad porque ustedes son quienes tienen los datos", añadió Jana Martínez, miembro de la Asamblea Ciudadana por el Clima.