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Según las conclusiones del IV Informe “La opinión de los estudiantes” sobre acoso en el ámbito educativo, elaborado por las fundaciones Mutua Madrileña y ANAR, el 24,4% de los alumnos percibe que existe un caso de acoso escolar en su clase. Asimismo, muestra que el modo de manifestarse va variando: ahora la fórmula más frecuente es insultar, poner motes y hacer burlas, mientras que el resto de las formas, como las agresiones físicas, desciende.

La violencia que las y los niños y jóvenes absorben día a día no es inofensiva. El acoso escolar es el resultado de una sociedad a donde el maltrato y la violencia son moneda corriente. El bullying es una problemática grave y de la cual hay que hablar para buscar soluciones estructurales. La escuela es una caja de resonancia de lo que ocurre a nivel social. 

Con motivo del comienzo del nuevo curso escolar 2022, la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR han publicado el IV Informe sobre acoso escolar “La Opinión de los Estudiantes”, su estudio anual sobre acoso escolar que recoge la opinión de estudiantes y docentes. La investigación se ha llevado a cabo con los testimonios de una muestra de 5.123 alumnos/as y 229 profesores (1,1% error muestral al 95%). Este informe se realizó gracias a los 691 talleres que ambas instituciones han impartido en 301 centros educativos repartidos por cinco comunidades autónomas (Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Islas Baleares e Islas Canarias) desde septiembre 2021 a junio 2022, beneficiándose 13.143 alumnos/as.

Según la investigación, el acoso escolar sigue situándose por debajo las cifras previas a la pandemia, si bien ha crecido en el último curso, con la vuelta completa a la presencialidad, y presenta características diferentes a las de antes de la pandemia. Concretamente, uno de cada cuatro alumnos/as (24,4%) percibe que existe acoso escolar en su clase. Una cifra, por encima de la del curso anterior -cuando lo detectaba solo el 15,2% de los estudiantes-, pero una percepción que sigue por debajo de la de 2019 (que se situaba 34,1%).

Una de las principales conclusiones que extrae de la publicación es que el acoso escolar está cambiando desde el parón de la pandemia. Así, el tipo de acoso escolar más común en el último curso fueron los insultos, motes y burlas (89,5%), mientras que el resto de formas de meterse con la víctima se redujeron. Los golpes y patadas pasan del 38% de 2020-21 a un 31,8% en el estudio actual. Asimismo, la mayoría piensa que el acoso escolar afecta a una sola persona (51,3%) y que la víctima lo lleva sufriendo desde hace más de un año (un 29,9% así lo considera). Entre los motivos por los que se produce el acoso escolar destacan el aspecto físico de la víctima (56,5%) y las cosas que hace o dice (53,6%). Menos frecuente, pero también destacable son las buenas notas (20,7%) o el hecho de que el agresor sea agresivo (20,2%).

En relación al proceder de los agresores, la investigación destaca el hecho de que en el 72,6% de los casos la agresión se lleve a cabo entre varias personas. Un incremento que viene registrándose en los últimos años y que ya alcanza a tres de cada cuatro casos de acoso escolar detectados en este informe (frente al 43,7% en 2018 y 2019). Al preguntar a los alumnos si han podido participar en una situación de bullying o ciberbullying sin darse cuenta, uno de cada cuatro (24,4%) reconoce que sí lo ha hecho, un porcentaje 2,6 puntos más alto que en 2020 y 2021.

¿Qué sucede con las y los profesores?

En cuanto a la percepción que tienen los alumnos/as sobre la respuesta del centro a los casos de acoso, sigue resultando llamativo que un 45,4% de los chicos y chicas perciba que su profesor no hace nada y hasta seis de cada diez (61,7%) que su centro escolar no hace nada. También roza la mitad (46,8%) el porcentaje de alumnos/as que cree que sus compañeros no hacen nada. El estudio de acoso escolar realizado por las fundaciones Mutua Madrileña y ANAR también pregunta a los profesores sobre su percepción del acoso escolar. Al respecto, casi la mitad del profesorado (45,9%) ha tenido conocimiento de algún caso de acoso escolar. De estos, más de la mitad (56,5%) son profesores de secundaria y siete de cada diez (69,2%) son mujeres.

Los profesores/as suelen enterarse de estas situaciones de acoso escolar principalmente a través de los compañeros/testigos, de la familia o del alumno/a afectado/a más que por él/ella mismo/a u otro profesor/a. Los agresores son vistos por los profesores como personas que tienen sentimiento de superioridad (76,7%) y con falta de habilidades sociales (73,5%). En ambos casos, se aprecia un incremento en 2022 en relación con 2020 y 2021. En primaria, destacan los problemas psicológicos del agresor (inseguridad, baja autoestima, frustración, miedo al rechazo…) (55,6%) como el motivo más frecuente.

En opinión del profesorado, como aspectos bastante o muy decisivos para que se produzca el acoso escolar están el uso indebido de las nuevas tecnologías/redes sociales (95,2%), la presión del grupo de amigos/as (94,3%), la falta de respeto a las diferencias (93%), la falta de una gestión emocional adecuada en los niños, niñas y adolescentes para resolver conflictos (92,1%) y la normalización de la violencia (91,3%).

Por su parte, en cuanto a las acciones que propone el profesorado para que las familias contribuyan a prevenir el acoso escolar están el prestar más atención a sus hijos (88,5%), hacer buen uso de las nuevas tecnologías/redes sociales (88,1%) y educar en valores (86,7%). Y, sobre las intervenciones que consideran más efectivas, destacan la sensibilización y prevención de especialistas (86,3%), protocolos de actuación (78%) y formación del profesorado (75,3%).

Ciberbullying, la violencia 3.0

Finalmente, otro gran tema que aborda la investigación es el acoso en el ámbito virtual. Una problemática que continúa creciendo con la popularidad de las redes sociales .En cuanto al ciberbullying, la buena noticia es que la percepción de su incidencia baja. Un 8,2% piensa que alguien en su clase es víctima de ciberbullying (16 puntos porcentuales menos que en 2020-21). Las situaciones de ciberbullying afectan mayoritariamente a una única persona.

La novedad en este terreno es que si bien WhatsApp sigue siendo el principal medio por el que se produce el ciberbullying (66,9%), entran en escena con fuerza otras redes sociales no mencionadas en encuestas anteriores como son Instagram (53,1%) y TikTok (48,6%). Los alumnos de primaria también mencionan los juegos online, Twitch y Facebook como medios donde se produce el acoso.

Por último, se observa que en el ciberbullying, los acosadores son compañeros conocidos del centro escolar en el 85,2%, la mayoría de la misma clase. En este acoso escolar virtual otro avance registrado es que al preguntarles a los alumnos/as qué pueden hacer para solucionarlo ya mencionan, además de comunicárselo a un adulto (29,1%) -que sigue siendo la opción principal-, el borrar o bloquear la cuenta y eliminar los mensajes (20,8%) o denunciarlo (20,1%).

Infografía IV estudio acoso escolar F Mutua y ANAR

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