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Sin duda la respuesta es sí. Un el informe elaborado por el Observatorio empresarial contra la pobreza destaca cómo la sociedad, el mercado y las nuevas generaciones buscan una actuación empresarial consciente, responsable e implicada en la resolución de los retos sociales. El documento explica qué son los negocios inclusivos y cómo las empresas pueden convertir sus cadenas de valor en procesos más inclusivos en relación a sus grupos de interés, especialmente sus clientes, proveedores y empleados. Asimismo, propone unas líneas de acción para ayudar al sector empresarial a implantar los negocios inclusivos en sus organizaciones de manera sostenible y rentable.
¿Pueden los negocios inclusivos contribuir a crear una economía más justa?

Aunque muchas veces se crea lo contrario, es posible desarrollar negocios socialmente responsables y rentables. No tienen por qué ser dos elementos contrapuestos. El informe “Negocios inclusivos y empresas españolas. El momento de no dejar a nadie atrás”, elaborado por el Observatorio empresarial contra la pobreza y un equipo de investigación formado por Fundación CODESPA y Global CAD, expone cómo los negocios inclusivos son una oportunidad estratégica para las empresas españolas. El motivo es doble: por un lado, les ayudan a ser socialmente más responsables y contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS- y, por otro, obtienen una mayor rentabilidad del negocio en el largo plazo gracias al valor social que generan.

La desigualdad es hoy uno de los mayores problemas en España y el mundo entero. La investigación muestra cómo todavía hay 12,9 millones de personas en el territorio nacional que continúan en riesgo de exclusión social (Tasa AROPE, INE 2016) y a nivel internacional, 4.000 millones de personas viven con carencias de productos y servicios que dificultan gravemente su calidad de vida.  Sin contar que estas cifran han crecido tras los efectos de la crisis económica post- pandémica y, más recientemente, a causa de los efectos colaterales de la guerra en Ucrania.  La pobreza es una realidad en la que viven millones de personas en el mundo. Entendida en sentido amplio, no solo en sus aspectos económicos, es algo que compromete a todos: individuos, instituciones de la sociedad civil, corporaciones, gobiernos, organismos de desarrollo. La buena noticia es que hay mucho por hacer y el aporte a crear economías más justas puede hacer desde diferentes aristas.

Manuel Herrando Prat de la Riba, Presidente de la Fundación CODESPA, afirma que: “Dentro del abanico de posibilidades que se ofrecen a las empresas para participar en la solución de ese problema (la pobreza) –desde la filantropía a la acción social estratégica o a la promoción de modelos de negocio que incidan directamente sobre personas en situación de pobreza- los negocios inclusivos son una herramienta con un enorme potencial, pues precisamente lo que pretenden es integrar en las cadenas de valor de las empresas –en el corazón de sus negocios– a comunidades de bajos ingresos o a grupos expuestos a algún tipo de vulnerabilidad. Una integración que puede darse de múltiples formas: como clientes, como proveedores, como distribuidores o como empleados. Se trata de negocios que deben ser rentables y, a la vez, generar un impacto social positivo, que mejore las condiciones de vida de esas personas.”

El estudio muestra cómo las empresas españolas pueden convertir y transformar sus cadenas de valor en sistemas más inclusivos generando oportunidades para grupos vulnerables, desde la perspectiva de clientes, por ejemplo, a través de la oferta productos accesibles y asequibles, y de proveedores y distribuidores incorporando acciones que promueven su fortalecimiento y desarrollo o de empleados a través de una contratación inclusiva.

Los expertos a cargo de la investigación arriban a la conclusión acerca de que la creciente internacionalización de las empresas españolas -especialmente relevante tras la crisis económica-, representa una oportunidad para el impulso de los negocios inclusivos en sectores como alimentación y bebidas, tecnologías de la información y comunicación, salud y energía. También en otros sectores, identificados como clave en el marco de los ODS, como infraestructuras, acceso a agua, vivienda, etc., donde las empresas españolas tienen presencia.

En este contexto, el informe sostiene que el cambio de tendencia en la economía española e internacional, coincide con otras novedades alentadoras, que hablan del esfuerzo común por aprender de experiencias pasadas y promover un desarrollo sostenible y una economía más humana. Se trata de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (en adelante, ODS), firmados por 193 estados entre ellos España. Además, las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) también ofrecen un campo de especial interés por su potencial para promover la inclusión y reducir las brechas de acceso a múltiples servicios y productos para los grupos más vulnerables. Concretamente, las TIC y el uso de teléfonos móviles han demostrado abrir el acceso al conocimiento de manera horizontal y participativa a nivel global, permitiendo no sólo el acceso a la información a las comunidades desfavorecidas, sino también su participación activa en los procesos de toma de decisión, empoderando su representatividad y ayudando a potenciar la creación de nuevas oportunidades económicas para todos.

Las prioridades de gran parte de la población han cambiado y, actualmente, temas como el medioambiente y la sostenibilidad han escalado en la agenda. La empresa española del siglo XXI que demanda la sociedad ya no puede ser igual; necesariamente será más responsable y consciente del impacto que tiene su actividad, o será una empresa del pasado. Idealmente, será también valiente para ir más allá y, consciente de su poder de influencia sobre la sociedad, trabajará para poner su talento y capacidad al servicio de los retos que la aquejan, especialmente aquellos que afectan a los más vulnerables. En esta línea, el estudio del Observatorio analiza que se trata de una actitud imprescindible, dada la relación -cada vez más evidente entre generación de valor social y la consecución de una mayor rentabilidad en los negocios. Así, se destaca cómo la sociedad, el mercado y las nuevas generaciones buscan una actuación empresarial consciente, responsable e implicada en la resolución de los retos sociales.

Finalmente, el documento concluye que, pese a que los negocios inclusivos son ya una realidad creciente en España, se necesita mayor impulso y un ecosistema que los facilite.  Los modelos de negocio inclusivos tienen mayor probabilidad de éxito cuando se desarrollan dentro de un ecosistema integral y cohesionado, con instituciones de apoyo que facilitan su consolidación y crecimiento. En este sentido, los principales ejes de intervención para dinamizar el ecosistema de los negocios inclusivos en España son los siguientes según los expertos:

  • Acceso a financiación: Es importante que los operadores de los negocios inclusivos en España (empresas, emprendedores sociales, ONG, etc.) dispongan de fuentes de financiación necesarias para su impulso.
  • Crear un marco regulador favorable: La articulación de un marco regulatorio crea la base legal para la acción, incentivando la innovación para modelos de negocio inclusivos.
  • Fomentar el desarrollo de capacidades y la gestión de conocimiento: El desarrollo de capacidades de los actores implicados es fundamental para impulsar los negocios inclusivos. Asimismo, la generación, difusión, transferencia e intercambio de conocimiento es fundamental para promover un enfoque de mejora continua orientado a diseñar modelos de negocio inclusivo exitosos.
  • Potenciar el acceso a mercados: Garantizar canales de distribución adecuados y enfoques que permitan el acceso a los mercados donde hay colectivos vulnerables es un proceso complejo, especialmente cuando las empresas no cuentan con el respaldo de un ecosistema favorable, con un compromiso proactivo de las partes interesadas.
  • Promoción de alianzas estratégicas: Mejorar la gestión de alianzas resulta crucial para aumentar el impacto de los modelos de negocios inclusivos, ayudar a mejorar su eficiencia, sus sistemas de gobernanza y para diseñar sistemas de gestión sólidos, que puedan garantizar un mejor acceso a cofinanciación, a tecnología, a nuevas habilidades y alcanzar nuevos mercados.

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