El panel de este encuentro ha sido un auténtico lujo, con la participación de Clara Bazán, directora de Sostenibilidad de MAPFRE; Arancha Díaz-Lladó, directora de Propósito, Diversidad y Agenda 2030 de Telefónica; Raquel Azcárraga, directora de Sostenibilidad de Bankintery María Quintín, directora de RSC de Grupo Carrefour.
Todas la ponentes coincidieron en que contar con plantillas diversas, en las que convivan diferentes culturas, generaciones y sensibilidades aporta riqueza a las compañías y fomenta la resiliencia de las mismas y esto es algo que se percibe en las empresas en el trabajo diario y de forma muy específica en los últimos meses en los que la crisis de la Covid-19 ha obligado a una mayor flexibilidad por parte tanto de las empresas como de los empleados.
Clara Bazán ha explicado que la confianza percibida por los empleados, por los clientes y por los proveedores durante esta pandemia no es fruto del azar, sino que es algo en lo que la compañía lleva tiempo trabajando. En este sentido, la representante de MAPFRE explicó que, “Lo que hechos hecho durante estos meses tan complicados no ha sido fruto del momento. Desde hace años, en MAPFRE venimos trabajando en la parte que nos toca”. Además de abordar las diferentes vertientes en el ámbito de la diversidad en las que MAPFRE está trabajando: funcional, generacional, cultural y de género, recordó que en la compañía se promueve una cultura “proageing”, en la que no sólo es importante la convivencia entre generaciones sino reconocer el talento y la experiencia de los perfiles seniors.
En este mismo sentido, Arancha Díaz-Lladó, ha añadido que en el ámbito de la diversidad generacional todavía queda mucho camino por recorrer y que el propósito de la operadora, que pasa por “hacer un mundo más humano conectando la vida de las personas”, implica poner la tecnología al servicio de las personas, explicó la representante de Telefónica.
Con este ciclo de encuentros, conducido por Eva Piera, directora general de Relaciones Externas y Comunicación de MAPFRE, e Iñaki Ortega, director de Deusto Business School, se busca analizar las oportunidades que ofrece la economía del envejecimiento desde diferentes perspectivas. Así, por ejemplo, se han abordado el coche autónomo, los nuevos puestos de trabajo, el futuro de la salud en un mundo conectado, los nuevos perfiles que demanda la era digital y el papel de la formación para dotar a esos perfiles de capacidades adaptadas al mercado laboral, el emprendimiento disruptivo, las pensiones en la era de la longevidad o la economía silver y las oportunidades para la innovación social en la era post-Covid.