A un año de la celebración del décimo aniversario de los Principios Rectores, todas las iniciativas reglamentarias llevadas a cabo en relación con las empresas y los derechos humanos y varias iniciativas y proyectos en este ámbito sugieren que existe un impulso creciente en este área, que sin duda afectará a las empresas del continente europeo.
La sesión fue inaugurada por Julie Garfieldt, responsable del área de derechos humanos en UN Global Compact. Durante su intervención Garfieldt alabó el trabajo de las redes locales en la promoción de los derechos humanos entre las empresas europeas y destacó el fuerte vínculo entre estos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible aseverando que «la mejor manera de contribuir a la Agenda 2030 es desde un enfoque de derechos humanos, si no lo hacemos de esta forma, no conseguiremos alcanzar las metas marcadas.” Un hecho inapelable, ya que los derechos humanos impactan directamente en 12 de los 17 ODS.
A continuación, se dio paso a las redes locales organizadoras, que compartieron las iniciativas que están siendo implementadas por cada una de ellas en este campo. De este modo, Cristina Sánchez, directora ejecutiva de la Red Española, se unió a Daniela Bernacchi, directora ejecutiva de la red italiana, a Steve Kenzie, director ejecutivo de la red local de Reino Unido, a Marcel Engel, director ejecutivo de la red alemana y a la directora ejecutiva de la red local francesa, Fella Imalhayene. Todas ellas destacaron el área de derechos humanos como una de las más relevantes en sus planes estratégicos, siendo además una de las claves para lograr modelos de negocio más sostenibles y responsables.
Por su parte, Cristina Sánchez subrayó el papel de la Red Española en la promoción de este enfoque, remarcando las últimas acciones llevadas a cabo por la organización entre las que se encuentran el lanzamiento de la publicación “Empresas y Derechos Humanos: acciones y casos de éxito en el marco de la Agenda 2030” en la que se describe el vínculo entre los ODS y los Principios Rectores, como hemos visto, dos marcos complementarios y fundamentales para trabajar en este campo; y otra guía específica sobre Derechos Humanos y COVID-19 para que las empresas puedan afrontar esta situación desde una perspectiva de derechos humanos. Sánchez también hizo alusión al gran esfuerzo de las empresas españolas en la adopción de medidas relacionadas con este ámbito declarando que “existe una gran implicación en la asunción de políticas de DD.HH. pero no avanzan lo suficiente en la implementación de procesos de debida diligencia, un aspecto en el que debemos incidir, sin duda».
Como grandes conclusiones de la jornada destacan, además de que la reducción o eliminación de los riesgos en materia de derechos humanos es probablemente la mayor contribución social que pueda hacer una empresa a la Agenda 2030, la necesidad de avanzar en los procesos de debida diligencia, es decir, en el mapeo de impactos en la cadena de suministro de la empresa, con el objetivo final de mitigarlos.