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BBVA ha incorporado una nueva funcionalidad al agregador financiero One View que, a través del análisis de datos, permite a las empresas conocer la cantidad de gases de efecto invernadero que emiten a la atmósfera con su actividad diaria.

One View, el agregador inteligente para empresas, facilita el cálculo de la huella de carbono a partir de los movimientos que se producen en las cuentas agregadas de la empresa relacionados con los gastos de electricidad, gas o combustible. Con esta información, la nueva funcionalidad convierte los gastos en energía en toneladas de CO2 emitidos a la atmósfera por la actividad empresarial. Para ello, y sin que el cliente tenga que introducir ningún dato adicional, se aplica el correspondiente factor de emisión de CO2 a la estimación de la cantidad de energía consumida en cada uno de esos gastos.

Una vez calculada la huella de carbono de la empresa en toneladas de CO2 que emite a la atmósfera, esta herramienta muestra su evolución mensual  junto con la de los gastos energéticos asociados. Las empresas pueden hacer así un seguimiento de sus emisiones y también de sus gastos de energía. Además se presenta esta información de manera simplificada usando referencias como el número de árboles que equivalen a una tonelada de carbono, por ejemplo.  Todo ello fomentará la concienciación de la empresa sobre las consecuencias medioambientales que su actividad productiva tiene en el planeta.

Además, con el objetivo de que los clientes empresariales avancen en su transición hacia un modelo más sostenible, BBVA One View ofrece recomendaciones prácticas sobre qué medidas pueden adoptar para ser más eficientes energéticamente y de esta forma mejorar su cuenta de resultados. El cálculo de la huella de carbono puede también ampliar las capacidades de negocio de una empresa al obtener, bajo ciertas condiciones, una mayor puntuación a la hora de optar a concursos abiertos por la administración pública.

“Son cada vez más los consumidores que exigen a sus empresas el cuidado del medioambiente y cada vez más las empresas que exigen a sus proveedores una política medioambiental. BBVA quiere ayudar a sus clientes empresariales a conseguir un posicionamiento diferencial, donde ese impacto medioambiental positivo sea además compatible con las tecnologías más eficientes y competitivas. La digitalización de estas soluciones es particularmente útil a las pymes que están empezando en el camino de la sostenibilidad y que, ahora más que nunca, necesitan reinventarse para dar respuesta a los cambios que la crisis del coronavirus ha introducido en la economía y en nuestras vidas”, ha señalado Daniel Navia, director global de Soluciones Sostenibles en BBVA.

BBVA se ha comprometido a ser neutro en emisiones de CO2 en 2020 y para 2025 se ha fijado el objetivo de reducir un 68% sus emisiones de CO2 con respecto a 2015 y que el 70% de la energía contratada en todo el mundo sea renovable. Unos objetivos enmarcados en su Compromiso 2025, lanzado por la entidad para avanzar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y del Acuerdo de París sobre cambio climático.

Reducir el impacto de su actividad sobre el medioambiente es uno de los objetivos de la estrategia de BBVA para luchar contra el cambio climático e impulsar el desarrollo sostenible. Además, BBVA quiere ayudar a sus clientes empresariales en su transición hacia un modelo más sostenibleComo parte de este Compromiso 2025, BBVA también  según las cifras disponibles a cierre de 2019.

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