Siguiendo criterios muy estrictos en sus inversiones de modo que siempre se tengan en cuenta aspectos vinculados con criterios ASG (medioambiente, social y buen gobierno), el que es con diferencia el mayor fondo de pensiones del mundo, cerró 2017 con un valor de 1,075 billones de dólares, 130.000 millones de dóalres más que el ejercicio anterior. El rendimiento medio de los últimos seis años ha sido de casi el 10%.

Aproximadamente, el 67% de su cartera está invertida en renta variable, con acciones en casi 9.150 empresas en 72 países y en 49 divisas. Entre ellos, destacan Norteamérica, donde posee acciones en 2.170 empresas que suman el 23% del total, seguida de China (566); India (275) y Brasil (134). Entre sus participaciones más importantes, destaca su paquete en Apple, donde tiene invertidos más de 8.000 millones de dólares. Le siguen Nestlé (6.240 millones), Royal Dutch Shell (6.140 millones), Alphabet (5.860 millones) Microsoft (5.810 millones), Novartis (4.50 mil millones) y Amazon (4.470 millones). En conjunto, el retorno conseguido con la renta variable fue superior al 19%.

En cuanto a la renta fija, los bonos que más peso tienen en su cartera son deuda estadounidense, japonesa, alemana, inglesa y francesa.

Respecto a España, sus inversiones suman 20.178 millones de dólares, de los 7.481 millones están en renta fija y 12.697 millones en renta variable., con acciones en Viscofan, Meliá, Santander, Inditex, Telefónica e Iberdrola

El Norges Bank gestiona el fondo con el objetivo de obtener el mayor rendimiento posible a largo plazo pero siempre dentro de las limitaciones establecidas por el Ministerio de Finanzas, entre otras, la búsqueda de la reducción de la volatilidad evitando empresas que, por no cumplir criterios de sostenibilidad medioambiental, sociales y de gobernanza entrañen demasiado riesgo. De hecho, la Junta Ejecutiva excluyó a once empresas durante 2017 y situó otras seis “bajo observación”, según publica en su informe anual. Además, se recomendó no invertir en empresas de petróleo y gas. Entre las que están en su lista negra figuran BAE Systems,AECOM, Fluor y Huntington Ingalls Industries por estar involucrados en la fabricación de armas nucleares y Atal, Evergreen Marine, Korea Line, Precious Shipping y Thoresen Thai Agencies por los daños al medio ambiente y su violación de los derechos humanos.

Según su informe anual, los gestores de este fondo mantuvieron más de 3.250 reuniones con representantes de 1.380 compañías. El objetivo es asegurarse de que en ellas se promueven las buenas prácticas, especialmente en lo referido a los derechos de los niños, la gestión del agua y el cambio climático, los derechos humanos y la transparencia. “El cambio climático puede afectar al riesgo del fondo. Las empresas deben incluir un plan con diferentes escenarios de cambio climático e incorporar los riesgos climáticos en su planificación estratégica y gestión de riesgos. Y deberían usar el agua de una manera sostenible”, explica el documento. “También tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos, incluidos los de la infancia, no solo en sus operaciones, sino en sus cadenas de suministro y otros negocios con los que tengan relaciones” sigue. Respecto a los impuestos, señala que juegan un papel vital en las finanzas públicas de la mayoría de los países y “deben pagarse donde se genera valor económico”.

Sin embargo, con la excepción del fondo noruego y el de Nueva Zelanda, en general la apuesta de los fondos por el medio ambiente es escasa.

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