El Informe Planeta Vivo , realizado por WWF, es un estudio exhaustivo sobre la evolución de nuestra riqueza natural y la salud del Planeta. Un análisis que recoge una visión panorámica del estado de las especies, los impactos generados por el ser humano y las soluciones disponibles. Este análisis presentado hace unas semanas y realizado en colaboración con la Red de la Huella Global y la Sociedad Zoológica de Londres, examina la tendencia de casi 15.000 poblaciones de más de 3.700 especies, reflejada en el Índice Planeta Vivo (IPV). Un documento que muchos de los que acudirán estos días a la cumbre del clima COP22 en Marrakech tendrán muy presente.
De acuerdo con el estudio, las poblaciones mundiales de peces, anfibios, reptiles aves y mamíferos, han disminuido cerca del 58%, entre 1970 y 2012, el año más reciente del que se tiene información. Las poblaciones de agua dulce son las que han sufrido un mayor descenso, con una caída del 81%, mientras que las poblaciones terrestres han disminuido un 38% y las marinas un 36%.
Este año el Informe ofrece la tendencia del IPV para el año 2020, un escenario nada halagüeño que prevé una disminución de hasta un 67% en tan solo medio siglo (en el periodo 1970-2020) debido a las actividades humanas. El estudio demuestra que el ser humano está asfixiando el Planeta por primera vez en su historia, y hace hincapié en la urgente necesidad de cambiar de modelo alimentario y energético.
En este contexto, el mayor desafío para la biodiversidad es la combinación de la pérdida y degradación de los hábitats y la sobreexplotación de las especies. Esto está poniendo en peligro la base de los recursos naturales y los servicios que ofrecen los ecosistemas.
Por otro lado, el estudio incluye los datos más actualizados de la Huella Ecológica revelando que, para satisfacer sus necesidades actuales, la humanidad está consumiendo una cantidad de recursos naturales equivalente a 1,6 Planetas. De seguir así, en 2020 se necesitarían 1,75 Planetas, y 2,5 Planetas en 2050. Para contrarrestar esta tendencia, hay que mejorar de forma urgente la manera en que producimos, escogemos y consumimos los recursos, sobre todo en los campos de los alimentos y la energía.
Los datos del informe demuestran que el sistema alimentario actual es insostenible. Casi el 80% de los terrenos agrícolas se destina al ganado para producir carne y lácteos. Sin embargo, estos productos animales suministran apenas el 33% de las proteínas que consumen los seres humanos en el mundo. La agricultura ocupa el 34% del área de tierra del Planeta, es responsable del 69% de las extracciones de agua dulce y, junto con el resto del sistema alimentario, genera casi la tercera parte de las emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo, aunque 759 millones de personas padecen desnutrición, la cifra de personas con sobrepeso ascendió a 1.900 millones.