En los últimos años hemos sido testigos de que cada vez más personas han decidido incursionar en el mundo del emprendimiento y cómo muchas start-ups se han abierto camino durante la crisis económica derivada de la pandemia del Covid-19, aún vigente, demostrando su potencial de crecimiento. Al auge evidente de profesionales que en un punto de su carrera han optado por “reciclarse” poniendo en marcha un proyecto propio, se ha unido un cambio en las motivaciones y necesidades de los consumidores; éstos, más conscientes y responsables, demandan marcas responsables y comprometidas con el planeta y toman acciones específicas para premiarlas a través de sus decisiones de compra. Porque, ¿hay mayor crisis que la del cambio climático a la que nos enfrentamos? Pues bien, los grandes retos traen consigo grandes oportunidades.