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La forma en la que nos desplazamos es un espejo de cómo la sociedad responde y se adapta a las transformaciones socioeconómicas. Actualmente, la movilidad urbana se encuentra en un punto de inflexión, afectada por la creciente congestión, la preocupación por la calidad del aire y la necesidad de reducir las emisiones de carbono, además de por las variaciones en los hábitos de los usuarios, como el cambio en la preferencia por el pago por uso frente a la propiedad o la disminución de los desplazamientos por la introducción del teletrabajo.
La movilidad urbana: Hacia un modelo resiliente

Por otra parte, nuestros desplazamientos se ven también condicionados por un escenario económico inestable, marcado por diferentes factores como los aranceles a los vehículos eléctricos producidos en China, los cambios regulatorios, la fluctuación de los precios del petróleo o la inflación, que condicionan nuestros desplazamientos diarios y moldean las futuras tendencias en movilidad.

El Foro de Movilidad de Alphabet, un espacio de análisis y encuentro de expertos que promueve el estudio y la investigación de los hábitos de movilidad de los españoles, nos ofrece resultados muy interesantes en su última edición. Por una parte, se confirma una creciente adopción de alternativas de transporte sostenibles, como el incremento en los desplazamientos en transporte público, que han aumentado del 36% al 45% en solo un año en el caso del autobús y del 19% al 30% si hablamos del metro. También ha aumentado el uso de la micromovilidad, principalmente entre los usuarios de 18 a 30 años, un segmento de edad en el que 1 de cada 2 personas utilizan este modo de transporte. Sin embargo, el coche sigue siendo imprescindible para la mitad de los españoles, especialmente para acceder a los centros urbanos, lo que subraya la necesidad de integrar el automóvil en el ecosistema de la movilidad urbana sostenible. Y esto solo es posible a través de un enfoque holístico que integre diferentes soluciones y contemple las necesidades de todos los actores implicados.

Por otra parte, los resultados del estudio confirman el despegue del vehículo eléctrico: su uso casi se ha triplicado en el último año, pasando del 7% al 19%, con una adopción aún mayor en Madrid, donde la oferta de carsharing ha impulsado esta tendencia. El coche eléctrico se consolida como una alternativa especialmente entre los jóvenes, con un 53% considerándolo como la solución ideal para la movilidad urbana. Este creciente interés se traduce en una mayor predisposición a la compra de vehículos eléctricos, con un 36% de los españoles planteándose ya su adquisición. El estudio también revela una mayor aceptación a pagar un precio superior por un vehículo eléctrico frente a uno de combustión, lo que indica una creciente valoración de los beneficios ambientales y económicos a largo plazo. Estos datos confirman que los vehículos electrificados son los auténticos vectores de la evolución de la movilidad urbana, tanto española como europea, mientras que también son un elemento fundamental para los desplazamientos conocidos como de “última milla” (el tramo final de entrega para las empresas de logística y paquetería).

Estos cambios en las preferencias de desplazamiento indican que los usuarios están dispuestos a formar parte de la transformación de la movilidad. Sin embargo, para que la transición hacia un modelo más sostenible tenga éxito, es imprescindible un enfoque integral que combine la promoción de alternativas como el transporte público, el vehículo eléctrico, la micromovilidad y el coche compartido, con políticas que fomenten la innovación, la inversión en infraestructuras y la participación ciudadana. Además, esta transición solo será posible mediante la colaboración de todos los actores que forman parte del ecosistema de la movilidad: desde las administraciones públicas nacionales y europeas hasta el sector privado, incluyendo tanto fabricantes de vehículos y componentes como empresas de renting personal y corporativo.  Pero, sobre todo, es crucial la implicación de los usuarios, que son quienes deben adoptar e impulsar este cambio de manera definitiva.

* Este artículo forma parte de la Alianza entre la plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible y Diario Responsable. Artículos relacionados:

- Javier Caballero. La sostenibilidad y el camino hacia la neutralidad en carbono

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