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Y es muy cierto. El planeta Tierra estaba aquí mucho antes que nosotros y es probable que también siga aquí mucho después. Sin embargo, ¿ocurre lo mismo con los ecosistemas y las condiciones que se dan para que haya vida? 

Sin lugar a dudas el ser humano ha sido una máquina voraz de recursos. Hemos expandido nuestra población de forma casi exponencial. Gracias a la Revolución Industrial, la mejora de los medicamentos y de la sanidad o del sistema de alcantarillados, muchos países han logrado que su esperanza de vida se multiplique por dos y por tres en unas cuantas décadas.

No obstante, en dicho proceso no todo son buenas noticias. Los niveles de contaminación que hemos llevado a cabo desde la Revolución Industrial también se han multiplicado. El hecho de que haya muchos más seres humanos viviendo sobre el planeta ha conllevado a la extinción masiva de otros seres vivos. 

No tenemos la suficiente conciencia sobre el uso de los recursos que estamos haciendo. Por ejemplo, ¿sabías que en Occidente un niño puede llegar a mandar más de 200 kg de ropa a la lavadora al año? No es cuestión de que los niños vayan sucios al colegio, pero ¿se podría ahorrar algo en dicho gasto de agua?

Cada minuto se usan cerca de un millón de bolsas de plástico en el mundo. El uso del plástico no debería ser un problema, siempre y cuando se hicieran una gestión correcta de dicho material. Menos del 5% de las bolsas de plástico son recicladas cada año. Es un material no biodegradable, lo que significa que tarda muchísimos años en desaparecer una vez está en un medio natural (como el mar o los bosques). 

Decenas de miles de toneladas de plástico flotan por los océanos. Peces, tortugas y otros seres vivos confunden este material con alimento, lo que provoca que mueran o que el propio ser humano consuma “microplásticos”. Hacer un mejor uso del plástico pasar por reciclar y reutilizar este material. Sin embargo, hay pocas sociedades que lo estén llevando a cabo.

No sólo materiales como el plástico contaminan. La emisión descontrolada de gases contaminantes, como el Co2 está provocando el conocido “efecto invernadero”. El efecto invernadero es causante del calentamiento global que está provocando a su vez el cambio climático. El cambio climático es una realidad. Los países que más dióxido de carbono están emitiendo hoy en día son China, India, Estados Unidos y Rusia. Sin embargo, ¿sabías que hay otros países / zonas como Singapur o Gibraltar que emiten, proporcionalmente, muchos más gases contaminantes?

El aumento generalizado de las temperaturas está causando, entre otros fenómenos, la aparición de enfermedades tropicales donde antes no había habido incidencia. O el aumento considerable de desastres naturales, como huracanes o diluvios. Efectos naturales que ocurren cada año, como el monzón, se han radicalizado. Ahora las sequías son más largas, y cuando llueve, lo hace con mucha más fuerza. Conllevando a desastres, muertos, cosechas perdidas, etc…

¿Mejora el panorama de cara al futuro respecto a la emisión de gases contaminantes? 

Es complicado. Países que hace poco estaban subdesarrollados, en las últimas décadas han tenido un crecimiento espectacular. Entre los más destacados podemos nombrar a China e India. 

Los dos países más poblados del mundo, también están cada vez más industrializados. A pesar de que otras regiones occidentales, como Europa o Estados Unidos inviertan en energías renovables (después de años y años de contaminación) no parece una solución. Por suerte, China sí que está tomando la iniciativa de sembrar miles de árboles cada año en su país y de esta manera revertir la deforestación y reducir la emisión de Co2 a la atmósfera. Replantar árboles y crear más zonas verdes puede ayudar a revertir este grave problema. Pero hacer un uso más responsable de la energía que utilizamos es la clave. 

El vehículo eléctrico parece que ha llegado para quedarse. Pero, ¿qué hay de otros tipos de energías renovables como la solar, la térmica o la eólica? Estas energías han aumentado considerablemente su eficiencia en cuanto a costes (cada vez cuesta menos hacer instalaciones de este tipo). En el caso de España, que disfrutamos de muchos días de sol al cabo del año, la energía solar debería ser una alternativa fuerte. Depender del petróleo o del gas natural, no sólo provoca que seas un país dependiente de otros en cuanto a energía se refiere, sino que además contaminan el medioambiente de forma intensa. 

Fuentes del artículo:

En este artículo se habla de:
OpiniónCambio climático

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