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¿Qué podríamos hacer como sociedad para que todas esas personas perjudicadas consiguieran cubrir sus necesidades si nosotros dejáramos de hacer esas compras superfluas? ¿A qué estamos jugando todos juntos en esta sociedad desquiciada y sin valores?

Conozco varias personas que compran muy a menudo por internet. Sortijas y adornos varios, ropa, artículos de escritorio, juegos, artículos para mascotas… Me explican que les resulta muy cómodo porque es rápido, fácil y, sobre todo, más barato que comprar en las tiendas convencionales.

Desconozco dónde lo compran, aunque es muy probable que lo hagan en Amazon o Alibaba, que cada vez tiene más presencia fuera de Asia.

Ignoro si esas personas lo saben, pero tanto Amazon como Alibaba obtienen unos beneficios escandalosos - en gran parte - porque sus empleados están sometidos a un modelo de gestión corporativa más propio de siglos pasados.

Sin ir más lejos, es del dominio público que en Alibaba se practica el "método 996", consistente en trabajar de 9 a 9 durante 6 días a la semana. (En JD.com, propiedad de Richard Liu, también se aplica, y entre ambas empresas se reparten el 82% de la cuota de mercado chino vía internet).

Amazon, por su parte, ha puesto en marcha un plan para que los empleados que lo deseen monten su propia compañía de reparto. Amazon les apoyará garantizando un número determinado de envíos, dándoles formación, ofreciéndoles descuentos, etc.

A primera vista parece un gran gesto por parte de Amazon hacia los empleados que desean progresar y / o tener más autonomía. El proyecto está planteado aparentemente basándose en la famosa fórmula ganar - ganar, puesto que Amazon también obtiene beneficio al contar con una red de distribución que conoce el negocio "por dentro" y está familiarizado con los productos.

Siendo eso cierto, vamos a esperar para ver qué resultados se obtienen a medio plazo. En España vimos un planteamiento prácticamente igual por parte de Philips Gama Blanca, allá en los años 70 del siglo pasado. Su servicio de asistencia técnica post-venta no daba abasto con sus propias delegaciones regionales y puso en marcha una nueva red de servicios oficiales regentados por empleados de la organización que deseaban iniciarse como empresarios. También se organizaron cursos de formación, se ofrecieron ayudas diversas para la puesta en marcha, se garantizaba exclusividad para la zona asignada, etc., etc.

El sistema funcionó durante muchos años (quizás aún siga funcionando), pero la relación ganar-ganar resultó ser bastante asimétrica: la empresa se aseguraba un servicio de asistencia con la calidad y precio deseados (sin costes fijos), mientras que el responsable del servicio oficial se veía obligado a trabajar únicamente para esa marca y con las condiciones de esa marca: en la práctica, era un autónomo con un único cliente: su capacidad de crecimiento estaba cercenada, su nivel de ingresos controlado y su riesgo de fracaso (por pérdida de clientes, falta de piezas de repuesto, etc.) fuera de su control. Una gran ventaja para la empresa y un negocio precario para el trabajador.

Parece que Amazon se plantea algo parecido. Si eso es cierto, y a pesar de los años transcurridos, volveremos a contemplar cómo una gran empresa hace un gran negocio exteriorizando los riesgos y eludiendo costes fijos mientras se asegura el servicio al cliente, y los empleados pasan de ser una "persona - máquina" en el engranaje industrial a ser una especie de "falso autónomo" con muchas más responsabilidades que ventajas.

Claro que no sé si es peor tener que trabajar bajo el sistema 996… que, además, está consiguiendo desplazar del mercado el sistema de Amazon.

Vamos de Guatemala a Guatepeor

¿Cuál de los dos sistemas estamos apoyando los consumidores a través de nuestras compras? ¿Somos conscientes de que tenemos en nuestras manos la posibilidad de frenar esos desmanes que atentan contra la dignidad de tantas personas en todo el mundo? ¿De verdad es necesario comprar sin tino un montón de cosas superfluas que además ayudan a contaminar y destruir el planeta? ¿Cuántas cosas necesitamos de verdad para tener una vida decente sin perjudicar a terceros y a los ecosistemas de la Tierra?

¿Qué podríamos hacer como sociedad para que todas esas personas perjudicadas consiguieran cubrir sus necesidades si nosotros dejáramos de hacer esas compras superfluas? ¿A qué estamos jugando todos juntos en esta sociedad desquiciada y sin valores?

Y lo más importante de todo: ¿qué puedo hacer yo al respecto? Si conseguimos interiorizar la idea de que todos somos corresponsables conseguiríamos de verdad un mundo mejor. ¿Jugamos a eso?

En este artículo se habla de:
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