Así que hoy vamos a traer a colación 3 que nos ayuden a reflexionar sobre qué está ocurriendo actualmente:
Conviene destacar los siguientes puntos:
el 60% de las empresas consultadas ha aumentado la plantilla en los últimos 12 meses;
el 50% prevé aumentos en el nivel de empleo del sector;
el 51% perciben un déficit de talento, especialmente en el sector de la Construcción, donde es una tendencia que se acentúa en diversos perfiles profesionales.
A pesar de la existencia de señales positivas respecto al desarrollo y la disposición favorable de una gran parte de las empresas del sector de Transporte y Construcción respecto a una estrategia de crecimiento a nivel empresarial, el sector se muestra algo más escéptico y menos optimista que la media española de todos los sectores estudiados (36% vs 47% en total) respecto a la evolución en el futuro próximo.
Es decir, el sector de la Construcción, que tradicionalmente ha sido un nicho de trabajo para un gran colectivo de personas con baja cualificación profesional, parece ser que se comportará de forma parecida: puede ofrecer ocupación (buena noticia) pero seguirá sufriendo déficit de talento (mala noticia).
Pregunta: ¿cuánto tiempo más vamos a funcionar de acuerdo con el principio de "más de lo mismo"?
Solo el 3% vienen de la Construcción y el 1% de Logística y Transporte. En el total del estudio se destaca que el 47% de las personas recolocadas son perfiles técnicos, una tendencia al alza respecto a años anteriores. [Los puestos técnicos hacen referencia a aquellas posiciones que no cuentan con empleados a su cargo y que desempeñan funciones técnicas en diferentes áreas (calidad, marketing, gestión)].
Los sectores donde se han recolocado los candidatos atendidos son, en primer lugar, el sector Servicios, donde se emplean el 20% de los nuevos contratados. En menor medida aparecen la Logística y el Transporte (2%), el de Turismo y Ocio (2%) y el de la Construcción (1%)
Podemos pensar que el sector de la Construcción no utiliza servicios de recolocación para su personal excedente ni para incorporar nuevo personal. Lo cual sugiere a su vez que este sector se mueve conforme a las prácticas más tradicionales de selección de personal. ¿Para qué innovar, con tantas personas desocupadas (o con bajo nivel de ocupación) que no pueden optar a ofertas más cualificadas?
Una gran encuesta en 11 países para explorar las 7 tendencias en la evolución del lugar de trabajo:
Servicios de Crowdsourcing y Crowdsource
Productividad medida en resultados, no en horas
Cambio en la adopción de dispositivos
La brecha intergeneracional
Valores contra reglas
Los diferentes roles del gerente de TI
Innovación guiada por el empleado
Como vemos, se centra en aspectos que cada vez tienen más peso en los modelos de gestión del Ecosistema Interno de la organización, y que raramente están presentes en organizaciones de corte tradicional. Podemos pensar, pues, que el sector de la Construcción podría estar lejos de estas tendencias imparables.
Además de estos tres estudios, traemos a colación las reflexiones de dos personas muy diferentes entre sí:
Susana Voces, directora para España y Portugal de eBay, explica que su plataforma incorpora nuevas funciones basadas en el reconocimiento de imagen y la inteligencia artificial, porque "los jóvenes ya no se molestan ni en escribir, se envían mensajes de voz o imágenes, emoticonos”. También nos dice “Yo creo que en el futuro, con el internet de las cosas, las máquinas van a poder predecir perfectamente lo que necesito y cuándo lo necesito”. ¿No da un poco de miedo? “Tendremos que renovarnos constantemente, habrá empleos que cambien o desaparezcan"…
Una empresa tecnológica nos dice que los jóvenes no están acostumbrados a esforzarse y que en un futuro tendremos que renovarnos constantemente porque los empleos no serán para siempre y además exigirán nuevas habilidades.
Antón Costas, catedrático de Economía de la UB, nos habla de los salarios:
Desde el punto de vista social, los salarios bajos debilitan el consumo y la economía se resiente; perjudican a la productividad (porque los trabajadores no se implican al 100%), frenan la innovación tecnológica y favorece el "liliputismo" empresarial porque se pueden conseguir muchos trabajadores baratos, especialmente en los sectores Turismo y Construcción.
También favorece el crecimiento del número de trabajadores pobres, con toda una retahíla de consecuencias negativas para la sociedad: aumenta la desigualdad y el malestar social, se debilita el estado de bienestar (decrecen los presupuestos para educación, sanidad y pensiones) y provoca más gasto social en forma de ayudas diversas.
De modo que tenemos un sector de actividad importante en el país, la Construcción, que se caracteriza por gestionar de forma tradicional, ocupar a muchas personas, tener dificultades para incorporar innovación, sufre déficit de talento y ofrece salarios bajos. Un cóctel preocupante que no augura precisamente un futuro prometedor a tantas y tantas personas ocupadas en este sector.
Ahora nos lo dice un economista, pero desde muchos ángulos distintos nos están diciendo hace tiempo que si las personas tienen salarios muy bajos y poca formación - además de no ser felices - conforman una sociedad condenada a militar en el pelotón de los torpes del concierto internacional…
Hoy hemos hablado de la Construcción, pero desafortunadamente esta situación la sufrimos también en otros sectores de actividad. Así que tenemos el deber cívico de concienciar a las organizaciones - principalmente las empresas - para que tomen parte activa y corresponsable en esta situación que está pidiendo soluciones urgentes.
Es de agradecer que las empresas concienciadas divulguen en los medios de comunicación los éxitos logrados mediante la aplicación de planes de RSE, porque ejercen de faro para otras que están todavía al principio del camino.
Existen también otras maneras de impulsar el bien hacer, como por ejemplo ejerciendo de mentoras, ofreciendo sesiones de benchmarking, incorporándolas a sus cadenas de valor, transfiriendo know how…
… e invitando y dando protagonismo social a tantos expertos en diversas disciplinas que pueden ayudar a que el mundo de la empresa se haga nuevos planteamientos sobre la importancia de gestionar su Ecosistema Interno desde el respeto, el compromiso y los valores: economistas como Antón Costas, filósofos, antropólogos, psicólogos, etólogos, neurólogos y otros muchos profesionales que contribuyan a diseñar un nuevo ecosistema empresarial más acorde con las tendencias sociales que se perfilan.
Porque si vamos a seguir aplicando el modelo "sector Construcción" nos espera un futuro francamente mejorable.