Sea cual sea el tamaño de tu empresa o negocio, hay que diseñarla desde la base como una empresa responsable. ¿No sabes por donde empezar? Aquí encontrarás una serie de simples pasos a seguir para darte un impulso hacia un entorno ético:
¿Cuenta tu negocio con una misión, una visión y unos valores definidos? ¿Se ajustan estos a tus objetivos en términos éticos?
Algo tan simple como sentarse a reflexionar sobre cual es nuestra meta como empresa (misión), donde queremos llegar (visión) y que valores son los que queremos transmitir es un primer paso muy simple en el buen camino de la responsabilidad.
Este ejercicio ha de hacerse de forma pausada y siempre que sea posible involucrando a todos los actores. Una vez finalizado no es algo que se enmarca y permanece inmóvil, si no que hemos de reevaluar lo que reflexionamos pasado un tiempo, para comprobar si sigue ajustándose a la realidad, y si no, modificarlo acordemente.
Hoy en día a través de redes sociales y medios de comunicación es muy fácil informarse de que se está haciendo a nivel empresarial en RSC. Siempre que veas un ejemplo que te guste: apuntalo y reflexiona: ¿esa acción o campaña: funciona?¿Qué resultado obtuvo? ¿Se puede mejorar?
Una empresa en la que sólo una persona sabe de RSC, o sólo un pequeño grupo decide que acciones se van a llevar a cabo nunca llegará lejos con sus campañas. Una empresa socialmente responsable se encarga de formar a sus trabajadores, de hacer equipo y de involucrarles en los procesos. Esto último hará que la consecución de objetivos sea mucho mayor.