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Tres días después de la histórica entrada en vigor del Acuerdo de París comenzaba la COP 22 de Marrakech, la cumbre de la acción. Los compromisos asumidos por los países deben, a partir de ahora, transformarse en hechos. Para garantizar el éxito es imprescindible la colaboración entre los estados, empresas, ciudades y ciudadanos. La cooperación, las alianzas y el alineamiento de esfuerzos por un objetivo común son ahora más cruciales que nunca

“Lo que antes parecía impensable, ahora es imparable” Ban Ki-moon, Secretario General de Naciones Unidas.

El cumplimiento de los compromisos de reducción, presentados por los países firmantes del acuerdo, no garantiza poder mantener el aumento de la temperatura por debajo de 2 ºC a final de siglo. Se requiere ser más ambiciosos y trabajar de una manera decidida por la descarbonización de la economía para el año 2050. Y en este contexto, las empresas son clave.

Ahora sí el cambio climático ocupa una posición prioritaria en la matriz de lo urgente y lo importante y se convierte en un elemento fundamental para la competitividad y la  sostenibilidad de las empresa. ¿Qué deben tener en cuenta las empresas para no quedarse fuera de juego?

  • Conciencia: entender el alcance e impacto que el cambio climático tiene para el negocio es determinante para establecer una vía de actuación. El cambio climático no sólo es un riesgo, el cambio climático también puede convertirse en una oportunidad.
  • Estrategia: incorporar el cambio climático en la valoración de riesgos y en la toma de decisiones empresariales es fundamental para poder aprovechar dichas oportunidades, a la vez que se adaptan las operaciones para prevenir los riesgos. La incorporación de un precio del carbono es una herramienta voluntaria, que aporta a las empresas este enfoque estratégico al internalizar los costes derivados de las emisiones, tal y como se recoge en el documento “El Carbon Pricing como herramienta empresarial” publicado recientemente.
  • Gestión: medir la huella de carbono, establecer objetivos de reducción, implementar mejoras en las tecnologías y compensar las emisiones que no se han podido eliminar, son algunas de las opciones.
  • Transparencia: a través de la rendición de cuentas, las empresas adquieren un compromiso con la transparencia, que permite el desarrollo de comparativas a nivel global.
  • Colaboración: una estrategia conjunta e integrada será la que permita, no sólo el cumplimiento de los compromisos nacionales, sino el desarrollo de los pasos hacia la descarbonización de la economía. Así se ha trasladado en el marco de la Low Emissions Solutions Conference que el WBCSD ha desarrollado como parte de la Agenda Global de Acción Climática y que ha reunido a más de 150 empresas y varios representantes institucionales.

Son muchas las empresas que ya están poniendo en marcha estas acciones y de este modo consiguen, por un lado anticiparse a los futuros marcos regulatorios, así como a los requisitos, cada vez más exigentes, de inversores y consumidores en materia de cambio climático y, por otro, alinearse con las tendencias y objetivos globales para generar economías más competitivas. Como ejemplo de esto, desde el Clúster de Cambio Climático, liderado por Forética y compuesto por 36 grandes empresas, se lleva más de un año implementando, investigando y poniendo en común medidas para la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones.

El impulso de la acción climática por parte de empresas y del resto de agentes sociales generará un impacto directamente positivo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (cuyo cumplimiento queda supeditado a la superación del reto del cambio climático), mejorando la calidad de vida, aumentando la resiliencia del entorno y generando economías más competitivas en el futuro, que sean capaces de asumir un crecimiento empresarial sostenible. En definitiva, las empresas son protagonistas de la acción climática.

Además, si algo nos ha dejado claro Marrakech es que la discusión sobre el clima ha cambiado; ya no se cuestiona si actuar o no ante los efectos del cambio climático, ahora es tiempo de implementación para que no sea demasiado tarde.

Ana Herrero Hernández

Directora de Proyectos y Servicios

Forética

@anaherreroher 

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