España encara un escenario de alta vulnerabilidad climática. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), el país se enfrenta actualmente a 141 riesgos climáticos que afectan a sectores tan diversos como la salud, la economía o la biodiversidad. Así lo detalla la Evaluación de Riesgos e Impactos del Cambio Climático en España (ERICC-2025), presentada este martes por la Oficina Española de Cambio Climático (OECC).
El documento, de carácter científico y técnico, marca un hito en la planificación de la adaptación al cambio climático y constituirá la base del segundo Programa de Trabajo del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) 2026-2030. Elaborado entre 2023 y 2025 por un consorcio integrado por IH Cantabria, Tecnalia y el Basque Centre for Climate Change (BC3), el informe analiza 14 sectores estratégicos: salud, agua, biodiversidad, bosques, agricultura, costas, energía, ciudades, turismo, industria, transporte, patrimonio cultural, sistema financiero y cohesión social.
Durante una entrevista en Hora 25 de la Cadena SER, la vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, destacó que “los escenarios más extremos ya se están materializando”, con olas de calor más prolongadas, sequías severas, lluvias torrenciales y una expansión acelerada de los climas áridos.
El estudio advierte de que muchos de los riesgos detectados afectan directamente al bienestar y la seguridad de la población, especialmente en comunidades rurales, costeras y vulnerables. De los 141 riesgos identificados, 51 son considerados clave por su severidad o inminencia, y 17 presentan baja reversibilidad, lo que significa que podrían provocar daños permanentes si no se actúa con rapidez.
Entre estos últimos destacan la pérdida de biodiversidad, la degradación de ecosistemas y suelos, la salinización de acuíferos costeros, la erosión y pérdida de superficie terrestre por el aumento del nivel del mar, y la destrucción del patrimonio cultural y natural. “Si no se adoptan medidas urgentes, algunos impactos podrían ser irreversibles”, advierte el MITECO.
La ERICC-2025 también pone de relieve la complejidad e interdependencia de los riesgos, al identificar más de 1.700 interrelaciones entre ellos. Esto demuestra que los efectos del cambio climático actúan en red, amplificando sus consecuencias si no se abordan de forma coordinada.
En los escenarios más pesimistas, las temperaturas medias en España podrían aumentar entre 2 y 3 ºC para mediados de siglo, y hasta 6 ºC a finales del mismo, reduciendo drásticamente la capacidad de adaptación. Actualmente, los climas áridos ya cubren más del 20% del territorio nacional y se prevé su expansión hacia nuevas regiones, con graves repercusiones sobre los recursos hídricos, los suelos y la biodiversidad.
Por último, el informe advierte que el nivel del mar podría subir entre 50 y 60 centímetros para el año 2100, poniendo en riesgo amplias zonas costeras, mientras que el riesgo de incendios forestales podría incrementarse hasta un 30% en la cuenca mediterránea, con temporadas más largas y episodios más intensos. Según el MITECO, la ERICC-2025 ofrece una base técnica sólida para planificar políticas públicas de adaptación que refuercen la resiliencia del territorio y de la ciudadanía frente a los impactos del cambio climático.