El pluriempleo se ha consolidado como una realidad cotidiana en el mercado laboral español. Así lo confirma el último informe elaborado por Randstad, que analiza las respuestas de más de 4.500 profesionales en todo el país: el 55% de los trabajadores reconoce haber compatibilizado más de un empleo en algún momento de su vida, y uno de cada diez continúa haciéndolo en la actualidad.
La principal motivación es puramente económica. El 41% de quienes tienen varios empleos busca incrementar sus ingresos, un 24% necesita cubrir gastos básicos y un 22% lo hace ante la falta de estabilidad en su trabajo principal. Solo un 8% declara asumir varios trabajos por razones personales o vocacionales. En palabras de Andrés Menéndez, director general de Randstad Trabajo Temporal, “el aumento del pluriempleo está directamente relacionado con la pérdida de poder adquisitivo y el encarecimiento de la vida. No sorprende que el salario siga siendo la razón principal”.
Aunque algunos trabajadores perciben el pluriempleo como una oportunidad para obtener ingresos adicionales, el impacto negativo es evidente. Un 23,5% asegura sufrir fatiga o estrés y un 11% admite consecuencias directas en su salud y en sus relaciones personales. En total, más de un tercio de los encuestados identifica efectos nocivos asociados a esta práctica, que en muchos casos se prolonga en el tiempo: el 30% lleva más de tres años compatibilizando empleos, lo que revela que no siempre se trata de una situación puntual.
La presión económica también aparece como telón de fondo. Según Eurostat, al cierre de 2024 el salario medio en España se situaba en 32.587 euros anuales, muy por debajo de la media europea (37.863 euros). A ello se suman la escalada de los precios de consumo y la dificultad de acceso a la vivienda, factores que empujan a muchos trabajadores a buscar alternativas para llegar a fin de mes.
El pluriempleo se concentra principalmente en hostelería y turismo (30%) y en comercio y atención al cliente (24%). También destacan transporte y logística (17%) y producción y manufactura (15,5%). No obstante, el fenómeno se extiende a casi todos los sectores, desde la educación hasta la sanidad, mostrando un carácter transversal que trasciende oficios y categorías profesionales.
El análisis también revela diferencias significativas entre comunidades autónomas. Baleares encabeza la lista con un 84,2% de trabajadores que han pluriempleado en algún momento, seguida por Murcia (62,7%) y Navarra (62,6%), todas muy por encima de la media nacional del 54,8%.
Más allá de los números, el pluriempleo refleja una realidad incómoda: la incapacidad del mercado laboral para garantizar empleos estables y salarios dignos. Tres de cada cuatro pluriempleados afirman que dejarían de compatibilizar trabajos si sus condiciones laborales mejoraran. Solo un 6% asegura disfrutar de esta dinámica.
Con este panorama, el pluriempleo se dibuja como un síntoma de desigualdad estructural en España. La falta de seguridad en el empleo y la brecha salarial respecto a Europa colocan a miles de trabajadores ante la necesidad de multiplicar esfuerzos a costa de su bienestar físico, emocional y social.